En una jornada cargada de emoción, dolor y profundo respeto, los restos de Federico Córdoba arribaron a su tierra natal: la ciudad de Orán, ese rincón del norte salteño al que él siempre llamó con orgullo “mi pago, mi Orán querido”.
En el video, se puede ver cómo miles de oranenses y vecinos de distintos puntos del departamento coparon la entrada de la ciudad, entre aplausos, lágrimas y flores, para recibir al cantor del pueblo, a uno de los máximos referentes del folclore local. El silencio de la tristeza fue interrumpido por los cantos, las palmas y los gritos de amor hacia quien supo representar con su voz a todo un pueblo.
Desde su llegada, una caravana humana acompañó el paso del cortejo fúnebre hasta la Casa del Bicentenario, donde es velado. Allí, entre guitarras, mates y pañuelos al viento, su gente le ofrece el último adiós como él hubiera querido: con música, con pueblo y con el corazón lleno de agradecimiento. Este sábado, sus restos serán inhumados a las 17:00 en el cementerio local, en una ceremonia que promete convocar nuevamente a multitudes.
En homenaje a su figura y a lo que significó para la cultura oranense, el intendente Baltazar Lara Gros decretó tres días de duelo oficial en todo el municipio. Las banderas permanecerán a media asta y se suspendieron los eventos culturales programados.