Matías Jurado desde el inicio de la investigación se encuentra alojado en el Servicio Penitenciario Nº 1 del barrio Gorriti de San Salvador de Jujuy, siguiendo desde allí los avances de la investigación en su contra.
Allí, ubicado en el Pabellón Nº 4 de este lugar que no es ajeno para él, puesto que anteriormente cumplió condena dentro de la misma unidad de reclusión por las penas recibidas por hechos de robo y robo agravado, pasa sus días en un estado de “tranquilidad”, dijeron fuentes consultadas por nuestro medio.
Porque si bien está en compañía de otros reclusos, porque dicho pabellón funciona como una especie de lugar de “castigo” por donde van rotando indistintamente internos de otros sectores de la cárcel, Jurado se mantiene pasivo, sin siquiera interactuar con los otros presos.

Desde ese lugar, cuando así lo dispone la fiscalía, abandona su celda solamente para dirigirse en medio de un fuerte operativo de seguridad hasta las oficinas del Ministerio Público de la Acusación para seguir con todos los trámites correspondientes a la causa que se le endilga.
Por ejemplo, durante los últimos días, estuvo concurriendo para entrevistarse con el personal del gabinete psicológico del MPA, que se encuentra formando un perfil de su conducta, a fin de tratar de comprender las motivaciones que tuvo para realizar los terribles actos que le atribuyen.
El sector carcelario donde se encuentra, al ser un espacio chico, es de fácil control por el personal apostado en el lugar, aunque de momento, no se registraron incidentes por la llegada de lo que se presume un detenido en los papeles peligroso.
“No habla con nadie, ni tuvo visitas hasta este momento. Solamente se limita a salir una vez al día para tomar un poco de sol y nada más. Sin contacto con otros internos“, comentaron desde la unidad carcelaria.