River Plate tardó apenas 12 minutos en ponerse en ventaja frente a Urawa Red Diamonds en el Mundial de Clubes. Después del aviso con un tiro en el poste de Sebastián Driussi, una gran combinación entre Marcos Acuña y Facundo Colidio le permitió al Millonario romper el cero en Seattle y adelantarse contra los japoneses. Fue una maniobra precisa y letal por parte de sus protagonistas.
La jugada la inició Franco Mastantuono, quien recostado sobre la derecha, tuvo varios metros y espacio para diagramar la ofensiva. Encaró de derecha a izquierda y vio libre a Acuña, quien se proyectó por la banda izquierda y, en el momento en que recibió, ya sabía que iba a poner la pelota en el área. El centro del campeón del mundo fue una daga en el corazón de la defensa nipona, que perdió las marcas y dejó sin chances de reacción al arquero Shusaku Nishikawa, que nada pudo hacer ante el fusilamiento de cabeza de Colidio.
El que había hecho temblar el arco de Urawa Red Diamonds instantes antes había sido Driussi, quien controló el balón en las inmediaciones del área rival, armó su remate de zurda y estrelló el esférico contra el caño izquierdo defendido por Nishikawa, quien se estiró y no llegó a desviar (de hecho el rebote en el palo casi rebota en él y se mete en la valla).
Ya en el segundo tiempo, a los 2 minutos una avivada de Sebastián Driussi le permitió anticiparse a un cabezazo de Marius Hoibraten hacia el arquero. El Gordo le ganó en la carrera a Shusaku Nishikawa y marcó el 2-0 de cabeza, aunque quedó dolorido después de la definición y debió ser reemplazado por Miguel Borja.
A los 12 minutos hubo penal para Urawa Red Diamonds: Marcos Acuña atropelló a Takuro Kaneko en el área y el árbitro sancionó la pena máxima, y Yusuke Matsuo achicó diferencias en el marcador para el elenco asiático.

A los 22 minutos, un nuevo centro de Acuña desde el córner izquierdo terminó en un cabezazo a la red de Maximiliano Meza. El 3 a 1 para el Millonario llegó cuando más hacía falta para recuperar la tranquilidad.