La Dirección de Prevención y Seguridad Vial de Entre Ríos difundió estadísticas que reflejan la gravedad de la siniestralidad en la provincia. El comisario Diego Passarello, responsable de comunicación del área, señaló a Elonce que “cuando hablamos de seguridad vial, siempre no deja de ser una preocupación el trabajo de todos los días, notificarnos de alguna víctima fatal en rutas nacionales o provinciales”.
Según los registros de la Policía Científica, en lo que va de 2025 se produjeron 572 siniestros en la provincia. Como consecuencia, se contabilizaron 99 víctimas fatales, de las cuales 66 perdieron la vida en rutas nacionales y provinciales. Además, los choques dejaron 530 personas con lesiones graves y 220 con lesiones leves, lo que implica un fuerte impacto tanto en las familias como en el sistema sanitario entrerriano.
“Lo que vemos no es solo un número. Detrás de cada siniestro hay familias afectadas, hay dolor y también un costo social para el sistema de salud entrerriano”, enfatizó Passarello.
El comisario explicó que el 71% de las víctimas fatales ocurrió en rutas. En ese marco, detalló que en los accidentes confluyen diversos elementos: “Sabemos que tenemos que tener en cuenta la infraestructura, la respuesta sanitaria, la educación y la conciencia vial, la responsabilidad de los conductores, el trabajo que desarrolla la policía a través de los 21 puestos de control desplegados en toda la provincia y los dispositivos tecnológicos que se incorporan también para colaborar con el control de velocidad”.
Passarello remarcó que la velocidad es un factor determinante, ya que en uno de cada tres siniestros incide directamente en la gravedad del desenlace. Por este motivo, advirtió que los controles no son suficientes si no existe un compromiso social: “La seguridad vial requiere de una conciencia colectiva y del compromiso de cada persona que transita las rutas”.
Los datos oficiales también permiten identificar los puntos más críticos: las rutas nacionales 12 y 14 y la ruta provincial 11, donde se concentra la mayor cantidad de víctimas. En esos tramos, los riesgos aumentan en cruces urbanos y en zonas donde conviven tránsito pesado, peatones y ciclistas.