En la Ruta Nacional Nº 9, específicamente en el Peaje Molle Yaco, se llevó a cabo una operación de control por parte de efectivos del Escuadrón 55 de Gendarmería Nacional, con base en Tucumán. Durante un procedimiento de rutina, los gendarmes detuvieron la marcha de una camioneta Ford Ranger, cuya conductora era una ciudadana argentina. En el transcurso de la inspección, se utilizó un escáner móvil que permitió a los agentes identificar irregularidades en las ruedas del vehículo.
Ante la sospecha de que se podría estar ante un posible delito, y en presencia de testigos, se tomó la decisión de cortar los neumáticos para acceder a los elementos ocultos en su interior. El procedimiento resultó en el descubrimiento de una estructura metálica que contenía un sistema de cerrojos soldados. Esta estructura sostenía varios paquetes rectangulares, los cuales estaban asegurados con cinta de amarre de color naranja.
Posteriormente, se llevó a cabo un conteo de los paquetes, que resultó en un total de 48 ladrillos. Al realizar las pruebas correspondientes, se constató que la sustancia contenida en dichos ladrillos dio positivo para cocaína, con un peso total que ascendía a 49 kilos y 959 gramos.
Como consecuencia de este hallazgo, el Juzgado Federal Nº2 de Tucumán tomó intervención en el caso, ordenando la detención de la conductora de la camioneta, así como el secuestro tanto de la droga como del vehículo.
Estas acciones se enmarcan dentro de la normativa establecida en la Ley 23.737, que regula la cuestión de los estupefacientes en el país.
