El diputado catamarqueño libertario, Adrián Brizuela, fijó su posición frente al conflicto por el funcionamiento de la aplicación Uber en Catamarca, y la respuesta del Estado, que salió a perseguirlos a través de operativos especialmente montados a tal fin.
Para Brizuela, “que el único argumento al que apele el oficialismo frente al conflicto de los trabajadores de Uber sea cerrarse en que es una actividad ilegal indica un enorme grado de improvisación. Lo estrictamente legal no siempre va de la mano de lo moral o ético. Tanto la esclavitud hasta bien entrado el siglo 19 como el Apartheid en Sudáfrica o la segregación racial contra la minoría afroamericana en EEUU fueron legales. También es ilegal, estrictamente hablando, fotocopiar libros o parte de ellos. No me imagino una razia de la magnitud de la caza Uber para clausurar centros de estudiantes o negocios de fotocopiado. La razonabilidad de la ley y su aplicación es otro concepto central de nuestro ordenamiento jurídico”.
El diputado provincial consideró: “Que algo sea legal depende de coyunturas históricas, socio culturales y hasta políticas que algunos precursores se animaron a desafiar. Lo que hizo Rosa Parks al sentarse en el primer asiento de un bus fue el disparador del movimiento por los derechos civiles en el país del norte. Sorprende que quienes hablan todo el tiempo de conquista de derechos, carezcan de esa perspectiva histórico jurídica para hacer frente a realidades y problemáticas que no se solucionan con prohibir”.
Brizuela, cuestionó que “la sanción de la ley anti Uber, por ponerle un nombre, se había aprobado bajo la presión lobbysta del gremio de los taxis y remises y sin sentar a la mesa a la otra parte. Se apeló también por parte del oficialismo a la falacia de “cuidar la seguridad de los pasajeros”. Llama la atención la ignorancia total sobre las regulaciones que tiene la propia aplicación Uber y el rol central que tiene el usuario para evaluar permanentemente el servicio”.
Finalmente, Adrián Brizuela apuntó contra la presencia paternalista del Estado para este tipo de actividades: “No debería sorprender que los cultores del estado presente y omnisciente queden recalculando frente a un sistema que se auto regula. Si hablamos de seguridad del pasajero (los Uber sí tienen seguro y sus chóferes carnet reglamentario) pongamos sobre la mesa del debate la seguridad de todo el transporte público de pasajeros de Catamarca. Nos vamos a encontrar con grandes sorpresas. Otra concepción errada es la propuesta colectivista del Pte. del Concejo Deliberante de la Capital, quien les sugiere a los Uber formar una asociación o gremio para garantizar la seguridad de los pasajeros. Cómo les cuesta aceptar que algo pueda funcionar, y bien, sin estar bajo la tutela y la voracidad fiscal del estado”.