En un incidente que mezcla tragedia y oportunismo, un camión de la empresa La Rotonda sufrió un vuelco en la Ruta Nacional Nº 34, cerca de Libertador General San Martín y Fraile Pintado, Jujuy. Lo que siguió al accidente no fue un acto de solidaridad, sino un saqueo masivo por parte de vecinos que, aprovechando la situación, se llevaron la totalidad de la carga.
El conductor del camión, herido y conmocionado, fue testigo impotente de cómo decenas de personas, en plena madrugada, se organizaban para vaciar el vehículo siniestrado. Videos que circulan en redes sociales muestran escenas de familias enteras cargando cajas y bolsas en motocicletas, autos y camionetas, mientras otros corrían con mercadería en brazos sobre la Ruta 34. La imagen es desoladora: la necesidad y la falta de oportunidades se manifiestan en un acto de rapiña que deja al descubierto la fragilidad social de la región.
La rápida propagación de la noticia del vuelco, sumada a la precaria situación económica de muchos habitantes de la zona, generó una ola de oportunismo que desbordó a las autoridades. A pesar de la llegada de la Policía y Gendarmería, el saqueo continuó hasta que el camión quedó completamente vacío.
Los efectivos investigan las causas del accidente sobre la Ruta 34 y analizan si hubo una organización previa para el saqueo, lo que podría agravar las penas para los responsables. Sin embargo, más allá de las sanciones legales, el incidente pone de manifiesto la necesidad de abordar las problemáticas sociales y económicas que subyacen a este tipo de actos.
La falta de oportunidades, la pobreza y la exclusión son factores que contribuyen a generar un clima de desesperación y oportunismo, donde la rapiña se convierte en una forma de supervivencia.