Residentes del Norte de Palo Blanco, en el distrito de Fiambalá, alzó su voz para denunciar la constante baja tensión en el suministro de energía eléctrica. Este problema generó gran malestar, ya que, en varios casos provocó la quema de electrodomésticos y otros aparatos eléctricos, afectando gravemente el día a día de las familias.
El problema no se limita solo a Palo Blanco, sino que también alcanza a las localidades de Punta del Agua, Chuquisaca, La Mesada, La Ciénaga y Antinaco, complicando aún más la situación de estos sectores.
Además de expresar su descontento por las fallas en el servicio, los vecinos aprovecharon la ocasión para repudiar las elevadas facturaciones, que consideran injustificadas. “Nos están cobrando facturas impagables por un servicio pésimo. Es una estafa. Así como se especializan en inflar los números, que también se especialicen en invertir para la gente”, manifestaron indignados.
El impacto negativo no se limita solo a los hogares. Instituciones y comercios de la zona también se ven gravemente perjudicados, generando una preocupación aún mayor por las posibles consecuencias económicas y sociales si no se toman medidas inmediatas.
Un Llamado Urgente a las Autoridades
Los habitantes de la región exigen respuestas y soluciones concretas a las autoridades y a la empresa encargada del servicio eléctrico. El malestar sigue en aumento, ya que el problema de baja tensión no solo afecta la vida diaria de los residentes, sino que también pone en riesgo su estabilidad económica. “No podemos seguir pagando precios altísimos por un servicio que está destruyendo nuestros bienes y negocios”, señalaron vecinos afectados.
Riesgos Potenciales en la Salud y la Seguridad
A medida que los reclamos crecen, también surgen preocupaciones por los efectos a largo plazo que puede tener la inestabilidad del servicio eléctrico. Desde la posibilidad de accidentes eléctricos hasta la falta de refrigeración adecuada para alimentos y medicinas, los vecinos advierten que la situación podría agravarse si no se soluciona de manera urgente.
La comunidad espera que las autoridades locales, provinciales y la empresa distribuidora de energía tomen cartas en el asunto, ya que el servicio no solo es ineficiente, sino también peligroso. Las esperanzas están puestas en una pronta respuesta que garantice la seguridad y el bienestar de los habitantes del norte de Fiambalá.
Fuente: El Abaucán