Un violento episodio sacudió este fin de semana el fútbol regional salteño en el estadio José Zigarán, donde un jugador del club San Antonio extrajo un cuchillo e intentó agredir a un rival de Barrio Obrero tras el clásico correspondiente a una nueva fecha del torneo de la Liga Salteña de Fútbol. El hecho, que provocó pánico entre jugadores y espectadores, fue contenido a tiempo por allegados que evitaron que la agresión terminara en una tragedia.
La situación se desbordó al finalizar el encuentro, luego de un partido cargado de tensión, faltas reiteradas y discusiones constantes. En el campo de juego se desató una batalla campal: empujones, golpes de puño y caos generalizado. Ni el árbitro ni los cuerpos técnicos lograron contener la violencia.
El momento más alarmante ocurrió cuando, en medio del tumulto, un jugador de San Antonio empuñó un arma blanca con la intención de atacar a un futbolista rival. La escena generó conmoción entre los presentes, aunque no se registraron heridos de gravedad gracias a la intervención rápida de personas cercanas al campo de juego.
Las imágenes del incidente, que ya circulan en redes sociales, causaron estupor en la comunidad deportiva del departamento de Anta. La Liga Salteña de Fútbol inició una investigación formal sobre lo sucedido, mientras que la Policía también tomó intervención para garantizar la seguridad y evitar nuevos episodios de violencia.
El hecho reavivó el debate sobre los niveles de agresividad en el fútbol amateur local, y la necesidad urgente de implementar medidas preventivas efectivas para resguardar la integridad de jugadores, cuerpos técnicos y público.
