En la madrugada de hoy tres temblores sorprendieron a varios residentes de Salta. Los eventos sísmicos fueron reportados por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), lo que contribuyó a que sus impactos en la superficie fueran relativamente moderados.
El primer temblor fue lo suficientemente perceptible para causar inquietud entre los habitantes de la región, especialmente en las zonas cercanas al epicentro. De acuerdo con los datos propiciados, el primero se originó alrededor de la 1.43 horas en el departamento de La Candelaria, en la zona sur de la provincia. El mismo tuvo una intensidad de 2.7 y, aunque el evento sísmico fue leve, se notó claramente en las viviendas de las áreas circundantes, generando preocupación entre los residentes.
El segundo sismo ocurrió en cercanías a San Antonio de Los Cobres pasadas las 2 de la madrugada. El mismo contó con una magnitud 3.2 en la escala de Richter y a 206 kilómetros de profundidad. Asimismo, el tercer episodio, también ocurrió en la localidad antes mencionadas, pero a las 2.24 horas con las mismas características que el evento sísmico anterior -3.2 en la escala de Richter y 206 kilómetros de profundidad-.
Estos tres sismos ocurrieron en un rango de 40 minutos, lo que generó la inquietud de los residentes del lugar generando una madrugada de pánico e incertidumbre. Hasta el momento, no se han registrado daños materiales ni víctimas como resultado del sismo. Sin embargo, estos temblores han servido como un recordatorio de la actividad sísmica constante en la región andina del noroeste argentino. Las autoridades locales están vigilando la situación de cerca y han instado a los residentes a mantenerse alerta ante la posibilidad de réplicas.
La experiencia del temblor ha resaltado la importancia de estar preparados para este tipo de fenómenos en una región con alta actividad sísmica. Los equipos de emergencia y los servicios locales continúan evaluando cualquier posible impacto residual y están preparados para responder si surgen problemas adicionales. Las autoridades y la comunidad local están comprometidas en garantizar la seguridad de los residentes y en asegurar que estén adecuadamente equipados para manejar cualquier eventualidad relacionada con futuros movimientos telúricos.
