Estefani Budán, la abogada señalada por haber incendiado la puerta del domicilio de su exesposo en pleno centro de la ciudad, se entregó este miércoles y quedó detenida en la Seccional Primera. La medida se concretó luego de que la Justicia rechazara su pedido de eximición de prisión, dejando firme la orden de detención solicitada por la fiscal de la causa, Judith Díaz.
El hecho ocurrió el viernes pasado en calle Salta al 200 y causó conmoción en la zona. Según el expediente, Budán habría irrumpido en la propiedad de Ariel Ramiro Peralta —padre de sus cuatro hijos menores— y prendido fuego la puerta de entrada. Vecinos lograron sofocar las llamas antes de que el fuego se propagara. La fiscal le imputa los delitos de “daños y amenazas”.
Voceros judiciales indicaron que Budán será citada mañana a declarar en calidad de imputada, antes de las 10 de la mañana. Por estas horas, su defensa, a cargo del abogado Gilberto Perduca, se encuentra gestionando un posible lugar de alojamiento para la detenida, mientras se define su situación procesal.
El conflicto entre ambas partes tendría como trasfondo desacuerdos vinculados a un régimen de cuidado personal alternado, homologado ante un juez de Familia a fines de 2024. En ese convenio, ambos adultos se comprometían a asumir de manera equitativa las responsabilidades económicas durante los períodos en que ejercieran el cuidado de sus hijos.
La Justicia santiagueña rechazó el pedido de eximición de prisión presentado por la defensa de Estefani Budán y dejó firme su orden de detención, en el marco de una causa por daños y amenazas contra su expareja, Ariel Ramiro Peralta. La acusación, impulsada por la fiscal Judith Díaz, se basa en un violento episodio ocurrido el pasado viernes 11 de julio, cuando la letrada habría prendido fuego la puerta de entrada del domicilio de su exmarido, ubicado en calle Salta al 200, en pleno centro de la capital provincial.
Según el expediente, Budán habría llegado al domicilio con combustible, lo roció sobre la puerta principal y le prendió fuego mientras Peralta se encontraba adentro con los cuatro hijos menores que tienen en común. Las llamas fueron contenidas por los vecinos antes de que se propagaran, y la mujer se retiró del lugar. Horas más tarde, Peralta formalizó la denuncia, lo que dio inicio a la intervención judicial.
El hecho representa el punto más crítico de una tensa relación postmatrimonial entre Budán y Peralta. Ambos habían formalizado un acuerdo de “cuidado personal alternado y alimentos” ante un juez de Familia a fines de 2024, mediante el cual asumían en forma individual los gastos de manutención de los hijos durante los períodos que pasaran con cada uno.
Sin embargo, con el paso de los meses, la convivencia se transformó en una sucesión de denuncias cruzadas, marcadas por episodios de violencia verbal y conflictos patrimoniales. En esa escalada se enmarca el incidente del 11 de julio, que fue calificado por el Ministerio Público como un acto de intimidación con potencial riesgo para la integridad de los menores.
El sábado 12, el abogado defensor Estéfano Perduca presentó un recurso de eximición de prisión, el cual fue tratado y desestimado por la jueza de Género, Cecilia Laportilla, durante una audiencia celebrada el martes. En ella, el letrado sostuvo que su clienta había sido víctima de violencia de género durante el matrimonio y que también había sufrido desalojos forzados de inmuebles, a manos de Peralta, en una clara situación de violencia económica.
La defensa insistió en que Budán no intentaba eludir a la Justicia y pidió que se le permitiera permanecer en libertad para no ser separada de sus hijos. A su vez, argumentó que el acto investigado no puede analizarse de manera aislada, sino en el marco de una relación conflictiva y asimétrica de poder, donde la abogada habría sido víctima.
Por su parte, la fiscalía sostuvo que el incendio pudo haber tenido consecuencias gravísimas, sobre todo teniendo en cuenta que la casa estaba habitada por menores. Como prueba clave, se incorporaron audios en los que Peralta le pedía a Budán que no llevara adelante su amenaza, en medio de la tensión del momento.
Al evaluar los elementos reunidos, la jueza Laportilla resolvió rechazar el planteo de la defensa y dejó firme la orden de detención. Con esta decisión, la abogada quedó a disposición de la Justicia, y el caso podría escalar a instancias superiores si la defensa decide apelar la resolución ante la Cámara de Apelaciones.
Aunque el proceso se mantiene con reserva por tratarse de un caso de violencia intrafamiliar, el expediente avanza ahora con Budán como imputada y con una causa que abre nuevas aristas judiciales. Mientras tanto, se esperan pericias técnicas sobre los daños ocasionados y testimonios de los vecinos que colaboraron en sofocar el incendio.
Desde el entorno de Budán ya anticiparon que redoblarán esfuerzos para revocar la orden de detención, mientras la fiscalía mantiene su postura firme de avanzar con la imputación, alegando riesgo para la integridad física de la víctima y de los hijos del matrimonio.
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