El escándalo que envuelve al exconcejal Pablo López por acoso desató una ola de críticas dentro y fuera del espacio libertario en Salta. En ese marco, Alba Quintar se expresó sin filtro y cuestionó duramente la permanencia de figuras como López en la política. Su mensaje fue categórico, dejando en claro que el espacio necesita un corte definitivo con estas prácticas.
A través de un video que rápidamente se viralizó, Alba Quintar denunció la gravedad de los hechos y llamó a la reflexión sobre el rumbo del espacio político al que pertenece. Dijo sentirse avergonzada como libertaria y como ciudadana, y advirtió que no se puede naturalizar ni minimizar este tipo de comportamientos. Además, calificó a López como un “payaso” que se escuda en un discurso de persecución.
La acusación se basa en un audio donde el exconcejal le ofrece dinero a una mujer a cambio de sexo, en un tono humillante y violento. Aunque López renunció a su banca, lo hizo alegando presiones políticas, una estrategia que fue fuertemente rechazada por distintos sectores. El repudio social fue casi inmediato y el caso generó impacto a nivel provincial.
En ese contexto, Alba Quintar tomó la iniciativa y se ofreció como abogada de la víctima de manera gratuita. Afirmó que ya no se trata solo de un hecho privado, sino de una señal alarmante para toda la clase dirigente. “Esto no puede quedar en la nada”, sostuvo al explicar que su intervención busca garantizar que la Justicia avance sin presiones ni dilaciones.
El caso Pablo López reabrió el debate sobre los límites éticos en la política y la responsabilidad de los partidos frente a las conductas de sus representantes. La firme postura de Alba Quintar tensiona al interior de La Libertad Avanza y exige una respuesta institucional. Mientras tanto, la sociedad salteña espera que se actúe con firmeza y sin complicidades.