Thaddeus Daniel Pierce nació en Ohio el 26 de julio de 2025 a partir de un embrión criopreservado en 1994, estableciendo un nuevo récord mundial. Sus padres adoptivos, Lindsey y Tim Pierce, utilizaron una técnica de fertilización in vitro mediante un programa de adopción de embriones, marcando un hito en la historia de la medicina reproductiva.
Para la ciencia médica de reproducción asistida, es un acontecimiento sin precedentes en en este campo, ya que nació en Ohio un bebé a partir de un embrión que permaneció congelado durante más de 30 años.
El pequeño, Thaddeus Daniel Pierce, llegó al mundo el pasado 26 de julio, gracias a la decisión de sus padres adoptivos, Lindsey (35) y Tim Pierce (34), de recurrir a un programa de adopción de embriones.
El embrión que dio origen a Thaddeus fue creado en mayo de 1994 por Linda Archerd y su entonces esposo, quienes acudieron a la fecundación in vitro tras años de intentar concebir.
De los cuatro embriones obtenidos, uno fue implantado con éxito y resultó en una hija sana, mientras que los otros tres fueron criopreservados.
Décadas más tarde, Linda decidió no descartarlos ni destinarlos a la investigación científica y optó por una adopción abierta.
La familia Pierce, tras siete años intentando concebir, encontró a través de una agencia cristiana especializada -Nightlight Christian Adoptions- la posibilidad de adoptar uno de esos embriones.
El proceso culminó con la implantación en una clínica de fertilidad en Tennessee, Rejoice Fertility, que no impone límites de edad para los embriones.
Thaddeus, además de ser el bebé nacido de un embrión con el mayor tiempo documentado en criopreservación, tiene una hermana biológica de 30 años y una sobrina de 10, lo que agrega una dimensión aún más inusual a su historia familiar. Este caso, que combina los avances tecnológicos con decisiones éticas, familiares y religiosas, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la adopción de embriones, la criopreservación a largo plazo y el futuro de la medicina reproductiva.