La mujer de más de 80 años, conocida por sus apariciones en redes sociales junto a Mario Argañaraz, sufrió una fractura de cadera tras ser embestida por una moto en Tinogasta.
Ayer domingo, Mario Argañaraz dio a conocer a través de sus redes sociales, donde publica videos con Lucía, “La Tremenda”, de más de 80 años, que había sufrido un accidente y debía ser trasladada a la capital de Catamarca. Según dijo Mario, ayer por la mañana una moto que intentó esquivar a un perro chocó a doña Lucía, y en el hospital de Tinogasta le informaron que sufrió una fractura de cadera y debía ser derivada a la Capital para una posible operación.
Argañaraz mostró en sus redes todo el traslado hasta la Capital, donde la esperaban sus seguidores para conocer su estado de salud. “La Tremenda” sigue recibiendo la visita de sus seguidores, quienes le llevan regalos y se mostraron afligidos por su estado de salud, y muy contentos por poder conocerla personalmente.
“La Tremenda” es conocida en redes sociales por hacer renegar a Mario, quien se hizo cargo de ella y publica sus encuentros, donde le hace distintas preguntas y también la asiste con lo que necesita.
Ayer, Mario realizó un posteo acompañado de un retrato, indicando que “me lo envía una artista venezolana, quien ha pintado el rostro de La Tremenda y le hizo un poema, La Tremenda es conocida mundialmente ya que esta artista ganó premios internacionales. Con el rostro de nuestra Tremenda. Profesora/Artista: Hilda de El Bahri. Poema, inspirado en Doña Lucía, Mujer de Argentina:
En su rostro el tiempo canta
con arrugas que son río,
cada línea es una historia,
cada surco, un desafío.
Doña Lucía, alma antigua,
pañuelo al viento del sur,
en sus ojos hay luciérnagas
y en su voz, un canto azul.
Mujer de campo y tormenta,
de mate y luna callada,
con las manos de ternura
y la espalda trabajada.
Argentina la vio alzarse
entre tangos y caminos,
firme, sabia, dulce y fuerte,
como el vino y los destinos.
Hoy la inmortalizas viva
con tus trazos y colores,
y en su gesto hay primavera
entre tantas estaciones.
Doña Lucía no envejece,
pues en arte se ha quedado,
y su risa aún florece
en tu lienzo enamorado.
