Julieta Silva cumplió una pena por haber atropellado y matado a su esposo hace siete años, y ahora vuelve a estar involucrada en un hecho violento, tras ser denunciada por su actual pareja, quien denunció que lo atacó.
La mujer recibió una pena de tres años y nueve meses de cárcel en el 2018, por el crimen de Genaro Fortunato en San Rafael, Mendoza, a la salida de un bar. Ahora fue denunciada por su esposo, con quien además tiene una hija.
Fuentes policiales informaron que todo ocurrió este 12 de julio, cuando su actual marido, Lucas Giménez llamó al 911 y relató el violento episodio del que era víctima. Cuando llegó la Policía, ingresó a la vivienda y lo encontró escondido en el baño. Desde ahí se había comunicado para pedir ayuda. Tenía golpes en el cuerpo, una escoriación y una tumefacción en el rostro.

En paralelo, Silva hizo una denuncia contra su esposo -con quien tiene un hijo de un año- en la Unidad Fiscal de Violencia de Género, que se agregó a la causa.
Pese a ello, la mujer fue imputada por lesiones leves agravadas por el vínculo y según indicaron desde la fiscalía, se solicitó que quede detenida con prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Asimismo, se ordenó una medida de prohibición de acercamiento a Silva, mientras avanzaban las primeras pericias con la toma de testimonios y los estudios solicitados, señaló TN.
Atropelló a su novio y lo mató: el crimen por el que Silva fue condenada
El brutal hecho ocurrió la madrugada del 9 de septiembre de 2017, Genaro Fortunato salía del boliche “La Mona” de San Rafael, en Mendoza. Allí había discutido con Julieta Silva, quien era su pareja, y al salir ella se subió a su auto y él intentó impedir que se fuera.
De acuerdo al testimonio de un cuidacoches, el joven se puso delante del vehículo y hasta intentó subirse al capot con tal de detenerla. En ese momento, la mujer arrancó el auto y atropelló a su novio. Después, dio un giro en U y volvió a pasarle por encima, cuando ya estaba en el piso.

En su declaración, ella aseguró no haberlo visto porque estaba “muy oscuro, llovía y no tenía puestos sus anteojos”. “Tuve la sensación de que había pisado un pozo y seguí”, dijo ante el juez.
El testigo que presenció la escena se acercó a Silva, le hizo señas y le advirtió que había atropellado a Fortunato. “No le creía porque no había nadie más ahí. Me bajé con la llave del auto en la mano, lo vi en el piso a la derecha. No podía entender cómo estaba ahí. Volví al auto y llamé al 911. No entendía nada”, sostuvo en el juicio.
En septiembre de 2018, Julieta fue condenada a Silva a 3 años y 9 meses de prisión por el asesinato de Genaro Fortunato. Para el Tribunal, la mujer atropelló al joven, pero lo hizo sin intención de matarlo.