La Fiscalía de Delitos Complejos de Córdoba, a cargo de Valeria Rissi, dispuso la prisión preventiva para Edgar Adhemar Bacchiani y su socio José Armando Blas por 20 hechos de estafa cometidos a través de la sucursal cordobesa de Adhemar Capital SRL, ubicada en Cerro de las Rosas.
Según fuentes del caso, la resolución de la fiscal fue emitida durante la semana y tras ser avalada por un Juzgado de Control de Garantías, la defensa de Bacchiani en Córdoba interpuso un recurso de apelación contra la prisión preventiva.
En la presentación, advirtió que el sospechoso está detenido en el penal de Miraflores -en Catamarca-, purgando condena de 9 años de prisión por 50 hechos de estafas reiteradas por las que fue juzgado en Córdoba en marzo de este año.
Bacchiani está detenido con prisión preventiva por orden del Juzgado Federal N°1 de Catamarca mientras que Blas está detenido con prisión domiciliaria, ambos procesados como “coautores de intermediación financiera sin autorización agravada en concurso ideal con lavado de activos y defraudación, todo en concurso real, con asociación ilícita”. Se pudo conocer que la fiscal Rissi endilgó a Blas la comisión de un hecho vinculado a las estafas perpetradas por Bacchiani.
Si bien Bacchiani está purgando una condena, el pedido de preventiva es parte del procedimiento judicial que se realiza durante la investigación penal preparatoria. Terminada esta etapa, la fiscal solicitará la elevación a juicio al Juzgado de Control de Garantías.
Para la fiscal, cualquiera de los sospechosos que recupere la libertad podría poner en riesgo la investigación o huir.
Este argumento fue expuesto también por el tribunal de la Cámara 10 del Crimen de la ciudad de Córdoba que juzgó a Bacchiani, cuando su presidente, Carlos Palacio Laje, consideró que Bacchiani “estaba movilizado, al realizar la actividad descripta (estafas), por un ánimo de lucro ilegítimo”, como “la intención de obtener de sus víctimas un beneficio económico ilegal”.
“No se trata de hechos aislados ni de conductas impulsivas, sino de un patrón delictual. Valoro en especial la astucia demostrada en la ejecución de cada maniobra, así como su frialdad y desapego de toda empatía hacia sus víctimas al momento de la consumación y expectativas ciertas en recibir los beneficios prometidos por el nombrado”, manifestó el juez.
Además, “destaco el alto grado de indiferencia del aquí condenado por las consecuencias de su obrar. Pondero que con las posibilidades que le brinda su instrucción, Bacchiani no tenía necesidad ni motivo alguno para llevar adelante su cometido criminal, menos aún que esos motivos estuvieran vinculados a dificultades para ganarse el sustento necesario alejado del delito, ni relacionado a la miseria”.
En cuanto a Blas, la sospecha de peligrosidad procesal tienen que ver con calidad de socio gerente regional, mano derecha de Bacchiani y la certeza para el Juzgado Federal de que movió criptoactivos cuando estaba privado de la libertad.
Más de tres años lleva investigando la Justicia Federal a Bacchiani y su banda, sin que se logre ubicar el dinero que captaron de los inversores, estimado en más de 12 millones de dólares.
La causa en Catamarca es investigada por la Fiscalía a cargo de Rafael Vehils Ruiz, con el Juzgado Federal encabezado por el juez Miguel Ángel Contreras.
Las diferencias en cuanto al funcionamiento de las dos instituciones quedaron expuestas claramente en abril, cuando el fiscal cruzó a Contreras y lo cuestionó por las desmesuradas tardanzas en la tramitación de requerimientos fiscales, claves para la causa.
La demora afecta directamente a los acreedores y a los sospechosos que esperan el veredicto de la Justicia, y su exposición mediática -tanto por el Juzgado como por parte de la Fiscalía-, estuvo relacionada con la intención que manifestó el juez en dos oportunidades de dar por terminada la investigación y elevar la causa a juicio.
Vehils Ruiz rechazó la pretensión las dos veces aduciendo que el juez no agilizaba la producción de pruebas que él y las querellas habían solicitado en una causa voluminosa y compleja.
Como resultado, Bacchiani es el único que está alojado en el penal, Blas y Alexis Sarroca prisión preventiva domiciliaria, y el resto de los integrantes de banda están en libertad, procesados por múltiples delitos.
Fuente: El Ancasti
