Esta mañana de jueves se hicieron presentes asistentes sociales del IPV para conocer cuál es la situación de cada una de las familias que tomaron terrenos en la localidad de Santa Rosa, Departamento Valle Viejo. Pese a las denuncias radicadas por los propietarios de las tierras, y por los vecinos afectados, las autoridades provinciales y municipales nunca actuaron, y permitieron que una usurpación que inició con un centenar de personas, en este momento haya sumado casi medio millar.
Según trascendió esta mañana, mientras todos miraban para otro lado, y la intendente Susana Zenteno se escondía de vacaciones en el Cariba, cientos de personas del propio Departamento, y otras llegadas desde la Capital, se fueron multiplicando día a día, haciendo en este momento casi incontrolable la situación.
Ahora, cuando se valúa un posible desalojo por la fuerza pública, los responsables de distintas áreas gubernamentales se dan cuenta que están ante una dificultad, porque a diferencia de las pocas familias que habían usurpado en el comienzo de la toma, ahora los cálculos estiman que más de 400 personas se asentaron en el lugar. Trescientos, es el número optimista de las asistentes sociales del Instituto Provincial de la Vivienda.
La denuncia de Claudia Rizzardo como propietaria, tampoco recibió mucha atención de la fiscalía a cargo de la fiscal González Pintos, porque fue presentada el pasado 26 de diciembre con todos los documentos, sin que haya cambiado para nada la situación.