La comunidad educativa de San Salvador de Jujuy se encuentra en shock por el fallecimiento de Adriana Silvia Armella, una docente que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) minutos después de una reunión con padres y falleció días después a causa de un paro cardíaco.
Según testigos, la maestra había estado sometida a una fuerte presión burocrática y habría sido objeto de maltrato verbal durante la reunión, lo que podría haber desencadenado la grave crisis de salud. Tras el episodio, fue trasladada de urgencia a un centro médico, donde permaneció internada hasta su trágico desenlace.
El hecho ha generado una profunda indignación entre docentes y miembros de la comunidad, quienes denuncian las condiciones laborales que enfrentan los educadores, muchas veces sometidos a sobrecarga administrativa y situaciones de violencia por parte de familias y autoridades.
“Es doloroso ver cómo la presión y el destrato afectan la vida de quienes dedican su vocación a enseñar”, expresó un colega de la maestra fallecida. “Necesitamos que se tomen medidas para proteger a los docentes y evitar que algo así vuelva a ocurrir”.
Ante la tragedia, se ha exigido una investigación sobre las circunstancias del caso y el impacto que la presión laboral tuvo en la salud de la docente. Además, la comunidad educativa solicita un acompañamiento psicológico para quienes fueron afectados por la pérdida.
Este lamentable suceso ha reavivado el debate sobre el estrés y las condiciones laborales del personal docente, evidenciando la urgente necesidad de generar entornos de trabajo más saludables y respetuosos dentro del sistema educativo.
