Aunque Israel anunció rutas protegidas para el ingreso de suministros, organizaciones denuncian obstáculos persistentes que impiden el acceso efectivo a los más vulnerables. La OMS ya contabiliza 63 muertes por desnutrición en julio, entre ellas 24 niños.
En una nueva jornada marcada por la emergencia humanitaria en Gaza, un convoy compuesto por 135 camiones con alrededor de 1.500 toneladas de suministros logró ingresar al enclave palestino. La operación, organizada por la Media Luna Roja Egipcia en coordinación con autoridades israelíes, incluye alimentos, harina y artículos de higiene. Sin embargo, tanto organismos internacionales como autoridades locales advierten que la ayuda sigue siendo insuficiente frente a las “enormes necesidades” de la población gazatí.
Según informó Al Qahera News, el convoy partió desde Egipto y cruzó hacia el paso de Kerem Shalom, en territorio israelí, donde fue inspeccionado antes de ingresar a Gaza. La ayuda humanitaria forma parte del operativo denominado Zad al Izaa (“Provisión del Orgullo”), que coincide con el anuncio de Israel sobre la creación de corredores seguros y pausas tácticas para permitir el ingreso de asistencia.
La Media Luna Roja detalló que entre los insumos enviados se encuentran 965 toneladas de cestas alimentarias, 350 toneladas de harina y 200 toneladas de productos de higiene personal. A pesar de ello, fuentes en Rafah indicaron que 30 vehículos fueron rechazados por las fuerzas israelíes y regresaron a Egipto con la carga intacta.
El ejército israelí informó que garantizará la seguridad de varias rutas humanitarias entre las 10:00 y las 20:00, y otras vías entre las 6:00 y las 23:00. No obstante, no se especificaron cuáles son esos corredores. En el terreno, organizaciones como Unicef y Oxfam denunciaron que la inseguridad, la burocracia militar y las restricciones de acceso siguen obstaculizando la distribución.
“El cruce de Rafah no se ha cerrado completamente del lado egipcio”, subrayó la Media Luna Roja, aunque admitió que las fuerzas israelíes aún controlan el lado palestino del paso fronterizo. Mientras tanto, la ayuda aérea lanzada por Jordania y Emiratos Árabes Unidos continúa cayendo en zonas de combate, resultando inaccesible para gran parte de la población.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que solo en julio se registraron 63 muertes por causas asociadas a la desnutrición, entre ellas 24 niños menores de cinco años. Las cifras reflejan el impacto del cierre casi total de los accesos a Gaza, impuesto por Israel desde marzo, agravando la ya crítica situación humanitaria.
La ONU confirmó que el domingo se distribuyeron más de 100 camiones de ayuda humanitaria, pero la cifra sigue lejos de los 500 vehículos diarios que ingresaban antes del conflicto. Incluso ese nivel era considerado entonces insuficiente para cubrir las necesidades de más de dos millones de personas que habitan en Gaza.
En el cruce de Zikim, al norte de la Franja, se reportaron disparos contra civiles que esperaban la llegada de ayuda. Autoridades sanitarias locales estiman que una decena de personas murieron en ese incidente, en una nueva muestra de la precariedad de las condiciones para el reparto de asistencia.
El origen de esta crisis se remonta al ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.219 muertos en suelo israelí. Desde entonces, la ofensiva militar israelí ha causado más de 59.800 muertes en Gaza, en su mayoría civiles, según datos divulgados por autoridades locales bajo control de Hamas.
Pese a la presión internacional, la ayuda sigue sin alcanzar los niveles necesarios. “Ya no habrá excusas para la falta de asistencia”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu al anunciar los corredores humanitarios. Sin embargo, sobre el terreno, las organizaciones denuncian que esas garantías aún no se traducen en alivio concreto para una población al borde del colapso.