Un divulgador aseguró que en cuestión de días se confirmaría la primera señal de tecnología no humana y causó revuelo.
Investigadores del mega programa financiado por Mark Zuckerberg que se encarga de rastrear vida en el universo habló de los avances que hay en la búsqueda desenfrenada de inteligencia alien.
Un rumor sacudió los cimientos de la astronomía. El cineasta científico Simon Holland, que produjo documentales financiados por la NASA, aseguró que estamos al borde de uno de los anuncios más impactante en la historia de la humanidad: la primera evidencia de vida extraterrestre en nuestra galaxia. La versión indica que el hallazgo ya fue realizado y que dos grupos de astrónomos disputan una carrera para llegar a una revelación sin precedentes.

Según Holland, la competencia está entre el mega proyecto Breakthrough Listen, con base en la Universidad de California, Berkeley, financiado por los magnates Mark Zuckerberg y Yuri Milner, y, del otro lado, el programa chino FAST, dueño del telescopio más grande del mundo.
El cineasta afirmó que una alta fuente de Breakthrough Listen le habría revelado que, desde hace años, astrónomos de Oxford identificaron señales de tecnología no humana captadas con el telescopio Parkes en Australia. La evidencia, de acuerdo a Holland, es tan grande que el equipo está ahora concentrado en confirmarla antes de que los científicos chinos se adelanten con sus propios datos.
Holland se mostró menos enfático que en sus dichos anteriores: “Vivimos en tiempos interesantes. Breakthrough Listen, SETI, los observatorios chinos y sudamericanos y los astrónomos europeos tienen las herramientas para detectar vida en nuestro universo. Es probable que encontremos una firma tecnológica o evidencia de actividad biológica en un exoplaneta muy pronto”.
El caso más emblemático es el de la famosa señal “Wow!” de 1977, que emocionó y mantuvo en vilo a la comunidad científica durante décadas. El 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio registró una señal de origen desconocido con una intensidad sorprendentemente alta durante 72 segundos. La señal nunca volvió a captarse y hasta la fecha sigue siendo un enigma, sin una explicación natural o artificial concluyente.