Este viernes, en la Sala de Audiencia de Juicio por Jurado de Avenida Colón, se realizaron los alegatos de parte y luego los integrantes del jurado deliberaron para emitir el veredicto que se conoció hace minutos, luego de más de cinco horas de deliberación. Declararon a José Aguilar culpable de homicidio calificado, la más dura de las tres penas previstas.
Antes del cierre del debate, Aguilar le pidió perdón a la familia de Chávez y a la suya propia. “Nunca tuve la idea de hacerle mal, pido perdón, lo lamento por esa familia y por mi familia que quedó destruida. Quiero que tengan resignación”, dijo, en el uso de su última palabra.
“Nunca tuve la intención de matar a nadie, jamás. Le puede pasar a cualquiera en un estado de ira donde no entendía nada, no sabía ni lo que hacía”, dijo.
Luego, argumentó en su defensa que “cometí un error, lo estoy viviendo y son pocos los que se hacen cargo, yo lo reconozco. Siempre respeté a los miembros de la Policía, jugaba al futbol con ellos, nunca tuve rencor a la Policía ni a nadie. Nunca estuve, no conocí una comisaria con mis 51 años y hoy lo estoy conociendo señor Juez lo que es estar ‘guardado’ y la estoy cumpliendo. Nunca lo negué, quiero que les quede claro a todos”.
En abril de 2022, Carlos Diego Chávez (38), un cabo de la policía de Catamarca, fue apuñalado cuando intentó impedir un hecho de violencia de género en el barrio Valle Chico. Por la herida sufrida, falleció a las pocas horas en el Hospital San Juan Bautista. “Falleció en el cumplimiento del deber. Lo mataron defendiendo a una mujer”, dijo en su momento el por entonces Jefe de Policía, Ángel Agüero.
Chávez, quien trabajaba en la División de Bienestar Social de la Policía, iba en el móvil llevando medicamentos oncológicos para una colega que vive en el barrio Valle Chico, en el sector Sur de la ciudad Capital. Fue alrededor de las 17, cuando escuchó gritos y observó que vecinos del lugar pedían ayuda para una mujer que estaba siendo atacada por su pareja.
Sin dudarlo, Chávez se bajó del móvil y se dirigió al domicilio donde se había producido el inconveniente y tras golpear a la puerta, fue atendido por el agresor, quien sin mediar palabras, le asestó una puñalada con una cuchilla de cocina a la altura del corazón.
Chávez, fue socorrido inmediatamente por su compañera que lo esperaba en el móvil y por vecinos que presenciaron el hecho de sangre. Fue trasladado al mini hospital Carlos Bravo y derivado por la gravedad hasta el hospital San Juan Bautista. Sin embargo, por la gravedad de la herida, minutos después falleció.