Juan Gabriel Farías (39 años), un hombre que se dedicaba a realizar limpiezas espirituales, fue detenido este martes como principal sospechoso del crimen de Elizabeth Zamora, ocurrido hace poco más de una semana en una vivienda del barrio 360 Viviendas, en la zona sur de San Miguel de Tucumán. Si se confirma que se trató de un femicidio, sería el quinto caso de este tipo en lo que va del año en la provincia.
La mujer fue encontrada sin vida el miércoles 18, cuando su hija ingresó a la casa ubicada en Jujuy al 3.900. Al no obtener respuesta, fue hasta la habitación y halló el cuerpo de su madre tapado con una manta y con signos evidentes de haber sido asesinada a golpes en la cabeza.
La investigación, a cargo del fiscal José Sanjuán y del personal de Homicidios, encabezado por los comisarios Susana Monteros, Juana Estequiño, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, se orientó desde un principio a la hipótesis de que el asesino era alguien del entorno de confianza de la víctima. La escena no mostraba indicios de robo ni de violencia en los accesos: la puerta estaba cerrada con llave desde afuera, lo que reforzó la idea de que el autor tenía acceso voluntario al domicilio.
Las pesquisas se desplegaron en varias líneas: una sobre las relaciones personales de Zamora; otra en el vecindario, donde nadie reportó ruidos, gritos ni movimientos sospechosos; y una tercera, clave, basada en el análisis de cámaras de seguridad públicas y privadas.
Fue una de esas cámaras la que registró a un hombre saliendo de la vivienda de la víctima el martes 17 por la tarde, es decir, aproximadamente 24 horas antes de que se encontrara el cuerpo. Ese dato permitió avanzar con una orden de allanamiento firmada por la jueza Fanny Siriany.
Farías, apodado en el barrio como “el curandero”, fue detenido por personal de la División Homicidios. En el procedimiento también se secuestró la moto que habría utilizado y la ropa que llevaba puesta el día del hecho, elementos ahora en manos de los peritos. Según fuentes del caso, frecuentaba la casa de Zamora bajo la figura de “limpiador espiritual”, una práctica no científica asociada a la eliminación de supuestas energías negativas.
Además de esas visitas, trascendió que Farías también habría realizado trabajos de mantenimiento en el domicilio, lo que refuerza el vínculo de confianza que tenía con la víctima. Al momento de su detención negó haber cometido el crimen, y quedó a disposición de la Justicia.
El Ministerio Público Fiscal aún no definió cuándo se realizará la audiencia para formular cargos formalmente contra Farías. En esa instancia se espera que se conozcan más detalles del caso, incluyendo el posible móvil del asesinato. Por el momento, se investiga como un caso de homicidio agravado por el vínculo o la violencia de género.
Con esta causa, Tucumán podría alcanzar su quinto femicidio en lo que va de 2025, más del doble de los registrados en el mismo período de 2024. En total, este año ya se contabilizan 18 homicidios en la provincia.
Fuente: Contexto Tucumán
