Tres fiscales le imputaron ayer miércoles un cúmulo de causas penales al recluso Andy Fabián Benítez, quien se encuentra preso desde 2020.
Está condenado por robo, narcomenudeo y asociación ilícita. Nacido en un entorno precarizado, Benítez es uno de los arquetipos de la nueva generación de criminales rosarinos que hicieron carrera en el encierro, transformándose en “jefes” de bandas delictivas de escasa sofisticación, pero con importante poder de fuego y un aflujo constante de tiratiros fungibles.
Entre la decena de legajos penales –originados en las cárceles de Piñero y Coronda– sobresale la acusación contra Benítez como instigador de uno de los crímenes más graves de las últimas décadas: la ejecución del colectivero César Luis Roldán, en diciembre de 2023, solo para dejar un mensaje junto al cuerpo del trabajador.
Hoy considerado una pata de la facción “disidente” de Los Monos y aliado de otros habitués de la crónica policial y del mundillo narco, como Pablo Nicolás Camino y Leandro “Gordo” Vilches, Andy Benítez pasó de ser un ladrón de poca monta a verse implicado en hechos graves ligados a la narcocriminalidad desde que cayó detenido a mediados de 2020 por portación de arma.
Su empresa delictiva comenzó a crecer a partir de alianzas en la cárcel de Piñero. En el encierro no tardó en sumar imputaciones por extorsiones, narcomenudeo y asociación ilícita, además del uso de celulares y la capacidad de manejar soldaditos en la calle, dispuestos a cumplir con sus recados criminales.
Una de las carpetas judiciales ventiladas este miércoles refiere a la instigación de una balacera el 15 de junio de 2021 contra un domicilio de Juan B. Justo al 6100 (ex 2800), donde un gatillero baleó a una pareja integrante del clan Toloza, mencionado en causas por narcomenudeo en el noroeste rosarino.
Otro capítulo refiere a una saga de extorsiones y ataques contra una familia de barrio Azcuénaga en agosto de 2021, que Benítez organizó desde su celda con el apoyo de Leila Bustos y Yamil Zappalá, su gente en la calle por esos días, en lo que fue una incursión iniciática en el rústico delito organizado de Rosario. Estas causas por balaceras fueron investigadas por el fiscal Pablo Socca.
Además, en varios de los hechos ventilados figura como imputado Mauro Gerez, recientemente condenado a 9 años de prisión como jefe de una banda que operó en Ludueña.
Gerez fue un aliado de Benítez en una facción criminal que, desde el encierro, se propuso copar Ludueña, Empalme Graneros y barrio Industrial en nombre de Los Monos para controlar el narcomenudeo y las extorsiones a comerciantes. La alianza narco tuvo como antagonistas a la banda de Francisco Riquelme, un narco apadrinado por el capo mafia Esteban Alvarado. Los enfrentamientos y ajustes de cuentas dejaron alrededor de 50 muertos entre fines de 2021 y 2022.
En medio de la guerra de bandas, el 19 de febrero de 2022 fueron tiroteadas las comisarías 12ª y sub 24ª. La primera, con jurisdicción en Ludueña, quedó en la mira entonces por presunta connivencia con la banda de Gerez.
Ahora, a Benítez le atribuyen varios homicidios cometidos en aquellos años marcados por la violencia callejera, cuyas investigaciones fueron ventiladas por los fiscales Gastón Ávila y Alejandro Ferlazzo.
El triple crimen de México al 1700, el 13 de noviembre de 2021, cuyas víctimas fueron Maximiliano Alejandro González (29), Fabricio Maregui (15) y Aarón Aguirre (21).
La ejecución de Vicenta “Tita” Muñoz (46), en la villa de Garzón y Tupac Amaru, el 29 de diciembre de 2021. En la causa también está imputado su exsocio Mauro Gerez.
El asesinato de Williams Agustín Rillo (17), ejecutado a balazos a 50 metros de la comisaría 12ª, el 26 de enero de 2022.
A Mauro Gerez, en tanto, lo acusan de instigar el crimen de Mauro Feliciano Fleita, hijo de un pastor evangélico, quien fue acribillado en Felipe Moré al 600 bis, en la puerta de la casa de su novia, en la madrugada del 16 de mayo de 2022. Los imputados como autores materiales ya poseen un pedido de prisión perpetua.
La facción criminal integrada por Andy Benítez y Mauro Gerez, que fue concebida por Matías “Pino” César (ligado a Los Monos), se quebró en septiembre de 2022, cuando Benítez fue golpeado y expulsado del pabellón de la cárcel de Piñero.
Después de esa ruptura, Benítez habría ordenado el crimen de Gonzalo Sebastián Contreras, un pibe de 16 años que fue hallado con once heridas de bala en el interior de un aguantadero en Rafaela al 6000, el 23 de julio de 2023.
A Benítez, además, lo consideran el instigador del asesinato del colectivero César Roldán, quien fue ejecutado a bordo del 116 en Eva Perón y Cullen, aquel fatídico 23 de diciembre de 2023.
La muerte del trabajador estaría ligada a un conflicto carcelario entre Benítez y el recluso Valentino Barjacoba, del cual César Roldán era totalmente ajeno.
Al término de la audiencia de este miércoles, el juez Gustavo Pérez de Urrechu imputó y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley para Benítez, Bustos, Zappalá y Gerez.
