La primera superluna del año se producirá el 7 de octubre de 2025, según confirmó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA). Durante esa noche, la Luna alcanzará su punto más cercano a la Tierra —conocido como perigeo—, ofreciendo un espectáculo visual que se destacará por su brillo y tamaño aumentados.
El evento, visible desde distintas regiones del planeta, ocurre cuando la Luna llena coincide con el perigeo orbital, lo que la hace parecer hasta un 14% más grande y un 30% más brillante que en sus fases habituales. En esta ocasión, el satélite se encontrará a una distancia de 361.459 kilómetros de la Tierra, cifra inferior al promedio de su órbita.
De acuerdo con la NASA, la superluna de octubre será la primera de una serie de tres previstas para el año. Las siguientes se observarán en noviembre y diciembre, completando un ciclo de fenómenos de alta visibilidad astronómica.
La “Luna de la Cosecha”, tradición y ciencia en el cielo
Esta superluna de octubre 2025 coincide con la denominada “Luna de la Cosecha”, una denominación tradicional en el hemisferio norte para la Luna llena más próxima al equinoccio de otoño. El nombre proviene de antiguas costumbres agrícolas, cuando los agricultores aprovechaban la luz adicional para extender la jornada de recolección.
Medios internacionales como NBC News destacaron que la coincidencia entre ambos fenómenos refuerza el atractivo cultural y científico del evento, que podrá observarse a simple vista desde cualquier punto del planeta donde las condiciones meteorológicas lo permitan.

La NASA explicó que la superluna “es un fenómeno que combina una fase de Luna llena con el punto más cercano del satélite a la Tierra, generando un aumento perceptible en su tamaño y luminosidad aparente”. Aunque la diferencia visual puede ser leve para el ojo humano, su valor radica en la oportunidad de observación astronómica y divulgación científica.
Cómo y cuándo observar la superluna
Para disfrutar al máximo la superluna del año, la NASA recomienda buscar lugares alejados de la contaminación lumínica urbana y observar el fenómeno cuando la Luna se encuentre cerca del horizonte, durante el crepúsculo o el amanecer. En ese momento, una ilusión óptica hará que el satélite parezca aún más grande.
Las mejores horas de observación serán la noche del 6 y la madrugada del 7 de octubre, sin necesidad de instrumentos especiales. Solo bastará un cielo despejado y una vista libre de obstáculos para apreciar el evento en toda su magnitud.

El astrónomo Derrick Pitts, del Franklin Institute, explicó a NBC News que “si se observa la Luna solo cuando está alta en el cielo y sin objetos de referencia cercanos, resulta muy difícil detectar cambios en su tamaño”. Sin embargo, destacó que la superluna ofrece “una oportunidad perfecta para despertar el interés por la astronomía”.
Qué efectos tiene y cuándo ocurren los próximos eventos
Aunque algunos asocian la superluna con alteraciones en las mareas o el comportamiento humano, la NASA aclaró que sus efectos físicos sobre la Tierra son mínimos y previsibles, limitándose a un leve aumento en la intensidad de las mareas.
La agencia estadounidense subraya que su principal impacto es visual y educativo, permitiendo fomentar la curiosidad científica y el estudio de los ciclos lunares. Además, octubre ofrecerá otro atractivo astronómico: la lluvia de meteoros Oriónidas, cuyo pico de visibilidad se registró entre el 20 y el 21 del mes.
De esta forma, la superluna del 7 de octubre de 2025 abrirá una temporada de observación astronómica destacada, anticipando un cierre de año cargado de fenómenos celestes.