Con rostro adusto, Javier Milei enfrentó su peor noche política en el búnker libertario de La Plata rodeado por casi todo su gabinete. La tristeza fue palpable de principio fin durante los pocos minutos en que ocupó el escenario, reconoció la caída contra el peronismo en Buenos Aires y prometió “corregir errores”, al tiempo que ratificó el rumbo económico de su gestión.
En la foto de la derrota llamaron la atención algunas presencias y también las ausencias. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, no fue de la partida. “Razones personales”, alegaron en su entorno. Tampoco estuvo la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, amiga personal del Presidente que en los últimos días fue crítica en reuniones reservadas del desmanejo interno en el oficialismo.
No se informaron los motivos de la ausencia del ministro de Economía, Luis Caputo, que había acompañado al Presidente a su reciente viaje a Los Ángeles a reunirse con inversores. El canciller Gerardo Werthein se encuentra de gira en el exterior.
El asesor Santiago Caputo, de habitual bajo perfil, subió al escenario. Intentó alejarse de los primeros planos pero el ministro de Defensa, Luis Petri, le abrió espacio para que quedara bien cerca de Milei. Lo abrazó efusivamente al terminar el discurso. Caputo había sido el principal crítico de la estrategia electoral de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones distritales, incluida la de Buenos Aires, que tuvo como cerebro principal a la secretaria general Karina Milei.
La hermana del Presidente también pisó el escenario pero decidió no emitir palabra. En su nombre se hizo cargo de la derrota territorial el armador bonaerense Sebastián Pareja, que ocupó también un lugar en el escenario de la derrota.
Al lado de Milei se paró el ministro de Salud, Mario Lugones, muy apuntado en los últimos días por las fallas en el control del fentanilo contaminado y por la crisis en el hospital Garrahan. A él le tocó también la responsabilidad de asumir en su órbita la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), intervenida desde la difusión de los audios del exdirector del organismo Diego Spagnuolo.

Federico Sturzenegger (Desregulación), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad), María Ibarzábal (secretaria de Legal y Técnica), Manuel Adorni (secretario de Comunicación y Medios) y Martín Menem (presidente de la Cámara de Diputados) completaron la postal de la peor noche del gobierno libertario.
No se subieron al escenario los aliados del Pro que acompañaron a LLA en estas elecciones. Ni los diputados Cristian Ritondo y Diego Santini ni el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, ganador como candidato a legislador en la quinta sección electoral. Se quedaron entre el público y gritaron “¡viva la libertad, carajo!” a coro con el Presidente al final del discurso.
Otro que no estuvo bajo los focos fue el subsecretario Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei y responsable principal de la estrategia electoral del partido libertario en todo el país. Su nombre suena como posible fusible, en medio de los señalamientos que surgen de los audios de Spagnuolo (que lo liga a presuntas coimas en la compra de medicamentos).
Fuente: La Nación