En las últimas semanas, se hizo público el testimonio de una adolescente que hizo una falsa denuncia contra su padre, quien lleva varios años preso. A raíz de este caso, aparecieron múltiples situaciones similares. Entre ellas, la de un expolicía que estuvo más de dos años detenido por una falsa acusación de abuso sexual.
A fines de 2019, comenzó el infierno que vivió Gustavo Forni, quien trabajaba en la fuerza policial de Córdoba en ese entonces. Se separó en noviembre de ese año y al mes, comenzaron las falsas acusaciones.
“Al mes, ella hizo una denuncia de amenazas, allanaron la casa de mi madre en busca del arma. Yo era personal policial, entregué el arma en la Comisaría de Villa San Nicolás y ahí empezaron las cataratas de falsas denuncias”, contó a El Doce.
“Recurrí a la Justicia, a la Fiscalía de Violencia Familiar, al Polo del Hombre, al Polo de la Mujer, fui a denunciarla porque ella había violado una restricción y no se hizo nada. Pedí ayuda y lo único que hicieron es llevarme dos años y medio detenido”, siguió.
El hombre aseguró que las denuncias fueron efectuadas con un propósito económico y con el fin de “quedarse con la casa” que ambos tenían en San Nicolás. Asimismo, comentó que una de sus hijas mintió en su declaración, a favor de la denunciante.
Finalmente, Forni llegó al juicio tras haber pasado dos años y medio en la cárcel. Allí, se demostró que no había pruebas de un abuso.
El hombre sostuvo que una de sus hijas le reconoció haber mentido en su declaración. “Yo pude comunicarme con ella y me dijo que más adelante me iba a enterar por qué lo hizo, que ella tenía la obligación de mentir, presionada por la denunciante”, concluyó.
