Una denuncia por amenazas y bullying contra un adolescente en la puerta de su colegio ha puesto al descubierto un caso de abuso que trasciende las agresiones verbales. La supuesta víctima, de 14 años, grabó un acto repudiable en el que su perro, un caniche toy, fue sometido a una situación inaceptable, y todo quedó registrado en video, incluyendo su propio rostro.
La mañana de ayer, una mujer de 35 años, madre del menor, se presentó en la Comisaría 1 para informar que su hijo había sido amenazado por sus compañeros. El adolescente regresó angustiado de la escuela, lo que llevó a su madre a interrogarlo sobre lo sucedido. Fue entonces cuando el joven reveló que un compañero lo había interceptado en la puerta del colegio y lo había amenazado, además de sufrir burlas y abusos continuos.
La madre relató que su hijo no solo enfrentaba intimidaciones, sino también amenazas de que se difundirían videos comprometidos en redes sociales. La fiscal de turno comenzó a investigar el caso, y lo que se descubrió fue aún más perturbador que el bullying inicialmente denunciado.
Según se pudo conocer, la situación escaló después de que los compañeros del adolescente encontraran el video donde él mismo se grabó mientras su perro era sometido a un acto de abuso sexual. Al ver las imágenes, que mostraban al animal en un estado de total vulnerabilidad, los estudiantes le quitaron el celular al menor y distribuyeron el contenido a través de aplicaciones de mensajería, alcanzando no solo a compañeros del colegio, sino también a otros estudiantes de diferentes instituciones.
Ante la indignación por el maltrato animal y el contexto de abuso, el adolescente comenzó a recibir cientos de mensajes amenazantes en sus redes sociales y, además, sufrió agresiones físicas por parte de sus compañeros. Horacio Pato, abogado y defensor de los derechos de los animales, destacó que, lamentablemente, bajo la ley actual, no existe un delito específico que castigue el aberrante acto contra el animal.