En la tarde de este martes Catamarca comenzó a vivir la Fiesta de la Protección de la Madre del Valle, al cumplirse 20 años del sismo del 7 de septiembre de 2004, y el 3° Aniversario de la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú. Las festividades están animadas por el lema “Íntimamente unidos en oración para dar gracias a Dios”, en el marco del Año de la Oración convocado por el Papa Francisco.
A las 19.00 se llevó a cabo la tradicional ceremonia de la Bajada de la Sagrada Imagen cuando el rector del Santuario y Catedral Basílica, padre Gustavo Flores, la puso en brazos del obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, quien, acompañado por sacerdotes del clero catamarqueño y otros visitantes, la llevó desde el Camarín hasta el Presbiterio.
En el templo, los fieles devotos junto con autoridades civiles y de la Policía de la Provincia la recibieron con mucha emoción, entre vivas, aplausos y pañuelos en alto.
La imagen cuatro veces centenaria fue colocada en el trono festivo, que este año fue ornamentado de una manera especial con ponchos, prenda que identifica al pueblo catamarqueño, productos regionales, artesanías y frutos de nuestra tierra. También el ambón y el atril de los guías fueron preparados de manera similar incluyendo instrumentos autóctonos.