Citricultores de Tucumán roban el agua a los vecinos de Yerba Buena y se presentan como “defensores del medio ambiente”

Con imágenes satelitales se supo quién era el titular de las tierras donde se había creado un reservorio de agua que dejó sin suministro del vital elemento a miles de vecinos de Yerba Buena. La Dirección General de Catastro informó que la propiedad estaba a nombre del productor Juan Zamora, que se presenta en Linkedin como “propietario de Zamora Citrus”.

El productor tomó ilegalmente el líquido de una toma de la Sociedad Aguas del Tucumán con el único fin de tener un reservorio que destinaría al riego de sus campos con cultivos de limón.

Zamora Citrus expresa en su Instagram: “Nos define el compromiso, calidad y el cuidado del medio ambiente. Ofrecemos un producto confiable, cumpliendo exigencias y garantías”.

La firma es una de las impulsoras del Banco de Alimentos, como parte de un supuesto compromiso social, según muestra en sus redes sociales.

El lunes, personal de la SAT se dio con la novedad de que un importante sector de Yerba Buena se había quedado sin el suministro. Las zonas más afectadas fueron El Corte, barrio Horco Molle y el sector comprendido de avenida Aconquija al sur desde calle Mendoza.

Al identificar la zona de residencia de los damnificados, realizaron una inspección en la cisterna que está ubicada en Lomas de Imbaud, uno de los mayores depósitos de agua de ese municipio. Descubrieron que estaba prácticamente seca.

Los técnicos de la empresa descubrieron que de esos caños maestros se había realizado una conexión que tomaba el agua y la desviaba hacia otro rumbo.

Por orden de los responsables de la empresa la pesquisa continuó para determinar quién había sido el autor de ese robo. Siguiendo las cañerías instaladas, descubrieron que a varios kilómetros, en la localidad de Cebil Redondo, se había construido una laguna artificial de unos 10.000 metros cuadrados (es el tamaño de una manzana de un barrio). 

“No cualquiera puede realizar una obra de estas característica para apropiarse del agua que, luego de ser potabilizada, es destinada al consumo humano”, aseguró el titular de la SAT, Marcelo Caponio.
El lugar, que tenía instalada una casilla que presumiblemente era para que un sereno evite que desconocidos ingresen, estaba rodeado de una cerca electrificada con carteles que advertían de esta situación.

Ante este panorama, por orden de Caponio, los representantes legales realizaron una denuncia penal para que se investigue e identifique a los autores del robo de agua. No existirían antecedentes similares en la historia de la provincia. Sí hubo casos de extracción de líquidos de espejos de agua y ríos, pero nunca se abrió un expediente judicial por este tipo de conducta.

La fiscalía especializada en robos, que conduce María del Carmen Reuter, será la responsable de investigar el caso. 

Ayer se tomaron algunas medidas para avanzar con la pesquisa. Una de ellas fue realizar una serie de allanamientos para determinar con exactitud cómo transportaban el agua extraída clandestinamente de la toma de la SAT.

No se descarta que no haya uno sino varios productores que hayan decidido realizar esta obra para asegurar el riego de sus cultivos. Los investigadores sostienen que los duros pronósticos del agravamiento de la sequía pueden multiplicar las conexiones clandestinas para asegurar el agua.