La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Unidad Fiscal Federal de Salta, a cargo del fiscal Eduardo Villalba, avanzan en una causa que destapó una red de trata de personas con fines de explotación sexual que operaba con total impunidad a metros de un colegio secundario de la capital salteña.
Lo que comenzó como una investigación acotada, centrada en un remisero, un alumno y tres proxenetas, se convirtió en una avalancha de testimonios que sacude a la provincia. En los últimos días, más de 20 familias se presentaron en la Justicia Federal para denunciar que sus hijas habrían sido víctimas de esta estructura criminal.
La valentía de las víctimas y prueblas claves
El fiscal Villalba destacó la valentía de las jóvenes, cuyas declaraciones en Cámara Gesell fueron fundamentales para consolidar el expediente. La causa se originó gracias a la audacia de madres que descubrieron movimientos de dinero y mensajes sospechosos en los teléfonos de sus hijas.
En un caso, una madre encontró transferencias bancarias y conversaciones que incluían frases escalofriantes como: “Fuiste a la cita programada” y la indicación de “traé a tu hermana menor”, junto con envíos de dinero.
Otro testimonio clave fue el que señaló a un compañero de curso, identificado como W., quien actuaba como nexo para captar a las adolescentes, incluso a niñas de 13 años. Según la investigación, este joven era el contacto directo con un remisero de 63 años.
Precios y mecanismos de traslado
El remisero, que esperaba a las víctimas cerca de la escuela, operaba con un aberrante “tarifario” a cambio de encuentros sexuales, ofreciendo hasta $200.000 pesos por una menor “virgen” y $60.000 por un “beso”, de cuyo monto el intermediario se quedaba con una comisión.
Las entrevistas psicológicas confirmaron que los abusos se consumaban en albergues transitorios ubicados sobre la Ruta Provincial 26. El traslado de las víctimas, un detalle que revela el nivel de deshumanización, se realizaba de manera oculta, en el baúl o bajo los asientos del auto. Además, se determinó que los clientes ofrecían alcohol y drogas a las menores antes de los encuentros.
Allanamientos y Detenidos
Con las pruebas recabadas, la PSA llevó a cabo cinco allanamientos en diversos puntos de la ciudad. Durante los operativos, se logró el secuestro de teléfonos, computadoras, lencería erótica, marihuana, un vehículo y documentación relevante para la causa.
Actualmente, el remisero, dos hombres y el compañero de las adolescentes continúan detenidos y vinculados al proceso. Aunque uno de los implicados recuperó la libertad, su situación judicial sigue ligada a la investigación que busca desmantelar por completo esta red de trata que operaba en la puerta de una institución educativa, aprovechándose de la vulnerabilidad de las menores salteñas.