La práctica de artes marciales se considera un agravante cuando las personas que las practican cometen agresiones, y más aún cuando están en ventaja numérica, como ocurrió ayer martes en por la tarde en el interior de la Escuela Secundaria Ramón S. Castillo de la Capital.
La madre del adolescente que resultó víctima, integra el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valle Viejo, y estaba en el combate de un incendio cuando le comunicaron sobre lo ocurrido con su hijo y que había sido trasladado al Hospital San Juan Bautista para su atención.
La progenitora pidió justicia y aseguró que los agresores también habrían golpeado a otro menor y que, incluso, habrían reaccionado agresivamente contra el personal docente que intervino para frenar el hecho.
Por su parte, el chico narró el lamentable episodio que lo tuvo como protagonista en el que resultara lesionado por los golpes de otros alumnos.






