La historia del pato Juan parece no tener fin y ahora se sumó un capítulo de la municipalidad de Maipú, Mendoza. Los empleados de la comuna lo fueron a buscar a su casa en la zona rural, lo revisaron y le entragaron su carnet sanitario para que puede estar en su casa sin problemas. Las autoridades se comprometieron a brindarle atención veterinaria primaria.
El pato Juan tendrá controles sanitarios
La Municipalidad de Maipú festejó tener un nuevo vecino y se comprometió a brindarle atención sanitaria al pato Juan. “El pato Juan ya es vecino de Maipú. Recibió su carnet sanitario y será atendido en el Centro de Atención Primaria Veterinaria, que garantizará su bienestar con controles y cuidados especiales”, escribieron en la cuenta oficial de “X” de la comuna al mando de Matías Stevanato junto a las fotos del ave.
Actualmente, el pato Juan está viviendo en la casa de su dueña Margarita Flores en una zona rural de Maipú. Como en la zona hay perros sueltos y zorros, Margarita y su esposo le construyeron una jaula para protegerlo y que no se escape.
La historia del pato Juan
El pato Juan se hizo conocido en las redes sociales los primeros meses del año porque se viralizaron fotos y videos del ave bañándose en un charco después de la lluvia, jugando con los perros salchicha o mirando vidrieras por la ciudad.
Las primeras preguntas surgieron sobre quién era el dueño del pato, una vez revelado el misterio -el pato Juan es de Margarita Flores la propietaria del puesto de plantas y flores sobre San Martín y Garibaldi- el pato desapareció y generó muchas hipótesis sobre su paradero. Su dueña, o su mamá humana, se encargó de explicar la situación: el pato Juan ya no podía ir al puesto de flores porque la municipalidad le notificó que no era un lugar seguro para el ave y las otras mascotas.
Desde ese momento, se desencadenó una cruzada en las redes sociales -a la que se sumó hasta la vicegobernadora Hebe Casado- para que el pato Juan volviera al microcentro. Lo virtual tuvo su repercusión en la vida real cuando unas 7 mil vecinos y turistas firmaron una nota para que el ave volviera a estar con Margarita. Además, un abogado especializado en derecho animal presentó un recurso para que la Municipalidad de Mendoza diera marcha atrás en su decisión.
Mientras tanto, el pato Juan dejó de ir al kilómetro cero y se quedó a vivir en una jaula en la casa de Margarita a unos 12 kilómetros de la ciudad. Ante el gran revuelo, los medios nacionales se hicieron eco de la curiosa historia y cuando parecía que era inminente una escalada judicial, el intendente Ulpiano Suarez y Margarita se reunieron en la comuna para ponerle punto final al conflicto: el pato no volverá al centro y se encargarán de que tenga buenas condiciones de vida en su hogar.
Fuente: MDZ