El mercado laboral argentino registró en octubre una nueva contracción, con la pérdida de 25.600 puestos de trabajo registrados, marcando una caída tras dos meses de leves recuperaciones. Según el informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), la destrucción de empleo afectó principalmente al sector privado y a trabajadores de casas particulares, mientras que el empleo público mostró estabilidad.
De acuerdo con el reporte, la caída interanual fue del 1,9%, lo que equivale a 198.100 puestos menos en comparación con octubre de 2023. Este retroceso se vio impulsado por la contracción del sector privado (-2%) y del personal doméstico (-4,6%). En contraste, el sector público presentó una baja más moderada (-1,4%).
Auge del trabajo precario
La pérdida de empleo formal fue acompañada por un incremento del trabajo independiente, en su mayoría de naturaleza precaria. Durante el último año, se generaron 90.800 puestos independientes, impulsados especialmente por el crecimiento del monotributo social (+11,7%). Sin embargo, especialistas advierten que esta tendencia refleja un deterioro en la calidad del empleo.
“Los asalariados privados pasaron de representar casi el 54% del mercado laboral en 2013 al 47% en la actualidad. Este cambio ha beneficiado al sector independiente, que ahora ocupa el 27,1% del mercado, pero con peores condiciones laborales”, señalaron desde la consultora LCG.
Heterogeneidad sectorial y regional
En términos desestacionalizados, el empleo registrado cayó un 0,2% en octubre frente a septiembre. La construcción fue uno de los sectores más afectados, con una baja del 0,9% y la pérdida de 3.527 empleos. Por otro lado, los servicios asociados al comercio y actividades empresariales mostraron un crecimiento de 0,4% y 0,2%, respectivamente, sumando más de 6.000 puestos.
A nivel provincial, Formosa y Chaco lideraron con incrementos del 1,1% y 0,7%, mientras que Neuquén registró la mayor caída mensual (-0,5%), con la pérdida de 722 puestos de trabajo.
Un panorama de ajustes
Desde el Gobierno, las políticas económicas aplicadas por la gestión de Javier Milei han buscado reducir el gasto público y achicar el Estado, afectando tanto el empleo público como privado. Según el informe, el sector privado formal comenzó a mostrar destrucción neta de empleo en septiembre de 2023, intensificándose en el primer trimestre de 2024, aunque con una moderación hacia el cierre del año.
“La contracción del empleo privado refleja la dificultad de las empresas para sostener su actividad en un contexto de caída del consumo y ajuste fiscal. Este fenómeno explica, en parte, la migración hacia formas de empleo independiente, que no cuentan con las mismas garantías ni estabilidad”, concluyó el informe de SIPA.
