La Comisión de empleadas de Casas Particulares logró un acuerdo con el Gobierno de 6% (que en la práctica equivale a algunos puntos más porque la suba es acumulativa), repartida en dos: 3,2% retroactivo a septiembre y 2,8% por octubre. Ahora falta la oficialización que será publicada los próximos días en el Boletín Oficial.
Pasaron casi dos meses de intensas negociaciones y a los gremios les quedó cierto sabor amargo porque pretendían un aumento de casi el doble.
Sin embargo, la comisión de Trabajo que regula la paritaria de las empleadas domésticas logró imponer su voluntad inicial que siempre fue cerrar un acuerdo del 6%. Que en la práctica es equivalente a un 6,5% aproximadamente.
Para calcular los nuevos salarios, los empleadores deberán tomar para septiembre, los sueldos de agosto; y para octubre los resultantes del mes 9. De esta forma, una empleada de la quinta categoría, la más demandada, recibirá por septiembre unos $ 83,84 la hora más, de esta forma de $ 2.620 a 2.703,84 por hora trabajada.
Para octubre habrá que agregar entonces el 2,8% restante, lo que suma unos $ 76 más, y da como resultado unos 2.780 por hora trabajada hasta noviembre, momento en el que deberá volver a reunirse.
Para los que pagan por mes, la cuenta quedará: de unos $ 10.284 más para septiembre, con lo que el salario por 30 días trabajados será de $ 331.649; y después de sumar unos $ 9.286,17 más en octubre, el sueldo quedará en $ 340.935,17 hasta que las partes se vuelvan a encontrar para negociar un nuevo ajuste.
Cuando comenzaron las negociaciones, allá por el 18 de septiembre, la propuesta de los representantes de las empleadas de Casas Particulares que pusieron sobre la mesa buscaba una recomposición de un 12% de aumento dividido en dos meses. Entre tire y afloje, llegó una segunda propuesta que rondaba el 10%, y frente a la negativa oficial que seguía inamovible en un 6%, es decir la mitad, 3% y 3% cada mes, los sindicatos volvieron a ajustan a 8% (un 4% septiembre y 4% en octubre).
