Este martes continúa el paro de controladores aéreo, lo que implicará que varias aerolíneas deban cancelar y reprogramar decenas de vuelos. Aproximadamente, más de 15 mil pasajeros se verán impedidos de abordar sus aviones en tiempo y forma. La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa) lleva adelanta un plan de acción tras el fracaso de la negociación paritaria que se extiende desde hace varios meses. Por ello, el sindicato dispuso un cronograma de interrupciones que comenzaron el viernes, siguieron el domingo y se extenderán durante algunos días de esta semana.
Este martes habrá complicaciones de 7 a 10 y de 14 a 17 horas. Según informó Aerolíneas Argentinas a través de un comunicado difundido por Aviación en Argentina, dentro de una operación prevista de 295 vuelos, se verán afectados 178 servicios: 82 vuelos cancelados (todos de cabotaje) y otros 96 con cambios de horario. En total, la medida perjudicará a más de 15 mil pasajeros.
“Aerolíneas Argentinas lamenta profundamente los inconvenientes que esta situación pudiera generar y reafirma su compromiso con brindar un servicio seguro, puntual, confiable y de calidad, incluso en circunstancias excepcionales como esta”, expresaron desde la empresa.
El jueves 28 continuarán las medidas de fuerza, donde se impedirán despegues entre las 13 y las 16. Luego, el sábado 30 finalizará la acción sindical con los últimos dos paros de controladores, que serán de 13 a 16 y de 19 a 22.
Desde el sindicato expresaron: “Durante todo un año intentamos por distintos medios alcanzar una solución a este conflicto, sin hallar voluntad de diálogo ni de negociación por parte de quienes abandonaron la gestión del sistema aéreo argentino, priorizando el negocio y los beneficios personales en lugar de garantizar la seguridad aérea”.
Por su parte, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) manifestó “su profundo rechazo” a las medidas de fuerza impulsadas por ATEPSA, a las que calificó como una afectación a un servicio esencial garantizado por ley que compromete el funcionamiento del sistema aeronáutico.