Waldo Bilbao, de 45 años, fue detenido este viernes por la noche en Rosario. Era considerado uno de los prófugos de alto perfil más buscados por la provincia de Santa Fe y sobre él pesaba una recompensa de 50 millones de pesos.
El operativo se realizó en un domicilio de Colón al 1200 y estuvo a cargo de la Unidad de Acciones Especiales de la Provincia, dependiente de la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales (Ciope), con apoyo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía de Santa Fe.

Fuentes oficiales indicaron que la captura se logró tras una investigación vinculada a una causa federal tramitada en el Juzgado N°3 de PROCUNAR. Durante el allanamiento, Bilbao intentó esconderse en un habitáculo de pequeñas dimensiones, pero fue rápidamente reducido por los efectivos. Según las pesquisas, Waldo Bilbao integraba una organización narcocriminal liderada por su hermano Brian, quien continúa prófugo. En ese esquema, el detenido habría sido el encargado de administrar parte del dinero obtenido del tráfico de drogas y de blanquearlo a través de distintas actividades económicas. Las autoridades remarcaron que Bilbao integraba la nómina de prófugos de mayor prioridad de captura en la provincia.

Bilbao se hallaba en un departamento del piso 18 del complejo El Palomar, en Colón 1256, donde ya lo había buscado Gendarmería en octubre de 2023 durante el operativo llamado Cosecha Blanca, aunque una tupida barba de meses hacía difícil relacionarlo a la foto del hombre del top 3 de los “diez narcos más buscados” difundida por el gobierno.
Según fuentes judiciales citadas por el periodista Germán de Los Santos en Radiópolis Weekend, en ese departamento cumplía además prisión domiciliaria Guadalupe Torres, pareja de Waldo, también señalada por integrar la organización que investiga la Fiscalía Federal de Rosario. En la unidad, dijo el ministro, “había un sector con un escondite”, donde Bilbao intentó ocultarse sin éxito.
Oficialmente, el nombre de Bilbao surgió con el secuestro del celular de un hombre fallecido llamado Alejandro “Mosca” Santos, quien en agosto de 2020 protagonizó una persecución con efectivos de Gendarmería que investigaban el arribo de un cargamento de cocaína en un campo de Cañada de Gómez.
Santos esperaba la llegada de la aeronave junto con su primo Mauricio en una Toyota Hilux, pero al advertir la presencia de la fuerza federal escaparon a toda velocidad y perdieron el control de la camioneta.
El teléfono de Santos, según la versión oficial, fue el puntapié para exponer a Brian Walter Bilbao y, por añadidura, a su hermano Waldo, ambos integrantes de una organización importadora de cocaína que había amasado un gran volumen de dinero luego volcado al circuito legal.
Los investigados en el expediente del operativo Cosecha Blanca estaban muy lejos del perfil violento que caracteriza a los criminales del bajo mundo local, que operan desde la cárcel y se encuentran ligados a los conflictos territoriales en barrios postergados.