En el marco de la reestructuración de la recientemente renombrada ARCA (ex AFIP), los nuevos responsables de fiscalización designados por la Dirección General Impositiva (DGI) intensifican las acciones contra Tabacalera Sarandí, propiedad de Pablo Marcelo Otero, conocido como “El Señor del Tabaco”. Según datos oficiales, la compañía acumula una deuda de USD 1.296 millones entre 2018 y 2022, además de ser señalada por maniobras de evasión fiscal que superarían los USD 450 millones anuales.
El titular de la DGI, Andrés Vázquez, nombró a Claudio Castagnola y Marcelo Lafont para liderar la investigación sobre las irregularidades de Sarandí. Estas incluyen subdeclaración de precios y el incumplimiento del impuesto mínimo interno, lo que permitió a la empresa consolidar casi el 40% del mercado, desplazando a gigantes como Massalin Particulares y BAT.
Entre las maniobras denunciadas, ARCA destaca que cigarrillos como Red Point son registrados a $800 pero comercializados a $1.900. Sobre este punto, Vázquez explicó: “No solo hay evasión impositiva, sino una competencia desleal que afecta gravemente al sector”.
Pese a perder un fallo ante la Corte Suprema, Sarandí sigue evadiendo el pago de deudas históricas. Al respecto, fuentes de ARCA indicaron: “La resolución sobre el impuesto mínimo será clave para frenar estas prácticas”.
Por su parte, Otero sostiene que enfrenta una “campaña de desprestigio” por parte de medios, competidores y la propia ARCA, mientras intenta regularizar parte de su situación. En el blanqueo de capitales reciente, declaró USD 60 millones, una cifra considerada insuficiente frente a los montos adeudados.