Fabiola Yañez peleó por dinero con Alberto Fernández. Así consta en varios mensajes de Whatsapp que podrían ser presentados como prueba en la causa que investiga al ex presidente por haber ejercido supuesta violencia de género contra la ex primera dama.
En los chats, enojada, ella le asegura que no aceptará ni una moneda de su parte. Y también le reprocha que vivió junto a él con demasiada austeridad y sin ayuda de ningún tipo para su familia, aunque la necesitaba.
“Nadie quiere un centavo tuyo, fuiste tan infeliz que nunca me diste más que comida y techo prestado…”, es la frase más fuerte que le escribe Yañez a Fernández. Y sigue: “Jamás me preguntaste cómo mi familia vivía con 120 mil pesos (menos q un plan social) gracias me hiciste darme cuenta de lo pusilánime que sos” (Sic).
De inmediato Yañez le señala a Fernández que “A tu hermano sí le conseguiste un buen trabajo”.
Y un mensaje más: “Así son los q nunca les faltó nada y viven en una gran casa”.
Y otro chat más: “Y son tan egoístas, que me esforcé tanto en las navidades y todo que tuvieran un lindo regalo. Cosa que jamás recibí de ellos…”(Sic).
La serie de recriminaciones de Yañez había empezado con una respuesta a su ex pareja, que no aparece en la captura de pantalla que leyó este diario: “No te preocupes por eso”, le dice, para después aclararle que antes de conocerlo ella ya tenía una vida que no dependía de él: “No nací con vos”.
Este nuevo material que sale del celular de Yañez podría ser utilizado en su defensa si es que el ex presidente insiste, a partir de ahora ya en sede judicial, en instalar la versión de la supuesta “extorsión” financiera con la que Yañez habría intentado negociar con su ex marido.
Hay más chats, en este caso sí aportados a la Justicia, en los que es Fernández quien le promete a Yañez que no tendrá problemas financieros si es que ella acepta firmar una “declaración conjunta” en la que debía avalar que nunca fue víctima de violencia física mientras vivió con el expresidente. “Después tenés mi palabra de que nada va a faltarte”, le insiste él en obvia alusión a dinero.
El ex presidente vuelve sobre el tema en otro mensaje que forma parte del mismo intercambio de chats: “Solo te propongo hacer un comunicado conjunto que ponga fin al tema”, escribió Fernández, para después volver a sugerirle que llegaría a un acuerdo económico: “De un modo o de otro yo tengo preservado tu futuro y el de Francisco (el hijo de ambos). No es una cosa a cambio de la otra como proponés vos”. De nuevo: hubo discusiones por plata entre el ex presidente y la ex primera dama, pero los indicios probatorios, al menos los aportados hasta ahora en la Justicia, no indican que se debatió una “extorsión”.
Clarín accedió al documento original mencionado como “comunicado conjunto” que finalmente Yañez no firmó. La súplica de Fernández, y la oferta económica, igual que el comunicado, fueron acciones desesperadas propuestas por el ahora denunciado, enviadas a la ex primera dama el mismo día que Claudio Savoia publicó en Clarín la primicia que desató escándalo: “La Justicia tiene datos de supuesto maltrato de Alberto Fernández a Fabiola Yañez”. Lo que pasó fue lo contrario al ruego de Fernández: Yañez se animó a denunciarlo en los tribunales.
A poco de comenzada la instrucción del caso Fabiola, que el juez Julián Ercolini delegó en el fiscal Ramiro González, la situación procesal del ex presidente ya está complicada. Esta semana declararon las dos primeras testigos de la causa.
La periodista Alicia Barrios afirmó, bajo juramento, que la ex primera dama sufrió “maltrato psicológico”. La segunda declaración ante el fiscal González fue descripta por autoridades judiciales como “lapidaria”: la ex secretaria de Fernández, María Cantero, aceptó que los chats que Yañez le envió en el 2021 eran ciertos. Se trata de las imágenes en las que ella mostraba un ojo morado y moretones en uno de los brazos, y más comunicaciones en las que Yañez le confesó a Cantera que Fernández la sometía a violencia física. En esos chats, ella relató varios episodios en los que -según su versión no de ahora, si no de agosto del 2021-, el entonces Presidente la golpeó en la cara, y hasta en su panza cuando ambos sabían que ella podía estar embarazada.
Clarín anticipó también que la defensa de Yañez, al mando de la doctora Mariana Gallego, presentará en los próximos días a una nueva testigo que avalaría que vio en persona a Yañez con signos de golpes en su rostro. Quien afirmaría que todo lo que denunció Fabiola era cierto, y que además podía asegurarlo porque sería testigo ocular de las heridas en el cuerpo de Fabiola, es alguien que trabajó en la intimidad de la Residencia Presidencial Olivos (RPO).
Fernández aun no ofreció testigos a la Justicia que estén dispuestos a negar que él nunca agredió a su ex pareja.
Tal como queda claro una vez más, Yañez no perdió el material de su teléfono celular. Tiene guardados varios registros, escritos y audiovisuales, de los supuestos golpes y zamarreos con los que dio impulso a su denuncia contra el ex presidente. También de posibles “infidelidades” de parte del ex mandatario. Son situaciones que están vinculadas a la vida privada del acusado, pero que Yañez denunció como motivo de pelea entre ellos, que luego escalaba hasta culminar con la violencia física de parte del entonces Jefe de Estado.
De acuerdo a fuentes que conocen el expediente del “caso Fabiola”, la Justicia confirmó también que el teléfono celular que usó Yañez durante sus años como primera dama, y que efectivamente dejó de utilizar porque Fernández se lo habría pedido en España, era una línea que estaba a nombre de la Secretaría General de la Presidencia.
Para Yañez, eso demostraría que siempre estuvo “controlada” por su ex pareja. No en el sentido de que él podría haber accedido al contenido de su teléfono, pero sí como evidencia de que hasta su celular, de alguna manera, dependía o estaba bajo “custodia” de Fernández.
Lo singular de este caso es que el informe judicial sobre esa línea de teléfono, que habría quedado en poder del denunciado, figura como propiedad de la Secretaría General de la Presidencia desde el año 2018, fecha en que Fernández le habría entregado el primer aparato con el que utilizó esa línea hasta el 2023. La fecha es llamativa porque en el 2018 el ex presidente no ocupaba ningún cargo público. Estaba en el llano. ¿Cómo tenía un teléfono que se pagaba con fondos estatales? Acaso se trataba de un número que él siguió utilizando desde que en el 2009 renunció al cargo de Jefe de Gabinete en la gestión de Cristina Kirchner?
Es un interrogante que la investigación judicial aún no resolvió.
La causa judicial continuará este lunes, con la declaración del ex intendente de la Quinta de Olivos, Daniel Rodríguez. ¿Negará todo? Las pruebas se acumulan y los testigos podrían ser denunciados por falso testimonio si es que se prueba que mintieron bajo juramento de decir la verdad.
Fuente: Clarín