La nuez pecán llegó a la Argentina a fines del siglo XIX de la mano de Domingo Faustino Sarmiento. Desde entonces, su cultivo creció hasta alcanzar alrededor de 4.000 toneladas anuales, de las cuales el 70% se exporta. Y Santa Fe se suma a este crecimiento con productores en toda la provincia.
Reconocida como un superalimento, la pecán se destaca por su alto contenido de antioxidantes, grasas saludables y proteínas. En la última década, su demanda internacional se multiplicó.

Expansión de la nuez pecán en Santa Fe
En Santa Fe, el cultivo comenzó a ganar terreno en los últimos años. Localidades como Serodino y Alvear, por citar las más cercanas a Rosario, o polos más desarrollados como las regiones de Esperanza y Rafaela ya cuentan con plantaciones que apuntan a un mercado en crecimiento.
Fuentes del sector señalaron que las condiciones climáticas y de suelo en la región central de la provincia resultan óptimas para el desarrollo de este fruto.

Convención de productores
La Convención Anual de Pecán 2024, realizada en Franck, confirmó el potencial del Litoral argentino. Especialistas destacaron que la zona santafesina tiene posibilidades de convertirse en un polo de referencia para el cultivo.
Durante el encuentro, se abordaron técnicas de manejo, estrategias de comercialización y experiencias de productores que ya exportan a mercados de Europa y Asia.
Abel Pintos, embajador del pecán
El vivero Santa María, ubicado en Entre Ríos, anunció su alianza con La Matera, el campo escuela recreativo del cantante Abel Pintos. Allí se promueve la plantación de pecán y la educación sobre su cultivo.
Pintos fue nombrado “embajador del pecán” y participa de actividades para difundir su valor productivo y gastronómico, según señala un informe de La Nación.

Una apuesta a largo plazo
El pecán es un cultivo de paciencia. Los primeros frutos aparecen entre los tres y cinco años de plantación, pero la producción plena se alcanza recién después de los 15 años.
Las plantas pueden vivir más de un siglo, lo que representa una inversión que trasciende generaciones.
Potencial de valor agregado
Además de su exportación como fruto seco, la nuez pecán abre oportunidades en repostería, aceites y productos gourmet. La industria local comienza a explorar nuevas líneas de procesamiento.
Productores coinciden en que el desafío será integrar la cadena productiva para sumar valor y posicionar a la región como referente nacional.
Fuente: Rosario 3