Guillermo Narváez se sumó a la lista de fiscales que se inhiben de intervenir en el jury contra el fiscal Hugo Costilla. El fiscal penal juvenil se agrega a quienes alegan amistad con quien es juzgado por el Caso Wika, como previamente lo hizo Alejandro Dalla Lasta. Ambos señalaron la existencia de una relación de amistad con el acusado, lo que comprometería el principio de objetividad requerido en el cargo.
Narváez informó que fue notificado ayer, 15 de septiembre, de su designación como fiscal del Tribunal de Enjuiciamiento, con un plazo de 24 horas para asumir funciones. Sin embargo, resolvió apartarse al considerar que concurrían “motivos graves de violencia moral, decoro y delicadeza” que impedirían un desempeño imparcial.
En su presentación, Narváez sostuvo que mantiene una relación de amistad con Costilla desde antes de su actual cargo y que incluso sus hijas comparten un estrecho vínculo. El fiscal explicó que esta cercanía personal le impediría actuar con la distancia necesaria: “No puedo ser objetivo en una causa que me convocan; quiero morir siendo leal a mis convicciones con mi conciencia en paz”, expresó.
El escrito también incluye ejemplos de comunicaciones previas con Costilla, así como pruebas documentales, entre ellas mensajes y fotografías que evidencian el vínculo entre ambas familias.
Narváez recordó que en otra oportunidad también se había apartado de un expediente vinculado al mismo fiscal, en el marco de una causa por cohecho. Finalmente, subrayó que su decisión busca preservar la credibilidad de la función fiscal y la garantía de un proceso justo.
Con esta resolución, el Tribunal deberá designar a un nuevo fiscal que intervenga en el jury contra Costilla.
Fuente: La Unión