El 54% de los estudiantes argentinos de 15 años admitió distraerse con dispositivos digitales en clases

El uso de celulares en el aula generó un intenso debate en los últimos años, tanto en la literatura académica como en la opinión pública. Por uso de celulares en el aula nos referimos a “la presencia y utilización de teléfonos móviles durante el horario escolar, ya sea con fines pedagógicos o personales” (Campbell et al., 2024, p. 243). Este fenómeno se ha asociado a beneficios potenciales y a riesgos significativos. Por un lado, el celular puede ser una herramienta que favorece la integración digital y el acceso a recursos educativos, mientras que, por otro, su uso indiscriminado puede convertirse en un factor de distracción, afectando negativamente el rendimiento académico y el bienestar emocional de los estudiantes (Goldin, 2024).

El desafío radica en equilibrar los beneficios de la tecnología con los riesgos que su mal uso puede generar. Investigaciones recientes sugieren que el uso excesivo de celulares en el aula puede dificultar la atención de los estudiantes, explotando mecanismos cerebrales primitivos que orientan la atención hacia estímulos cambiantes y ruidosos, característicos de las pantallas. Esta distracción constante no solo afecta el aprendizaje, sino que también suele incrementar la ansiedad y el aislamiento social, especialmente en adolescentes (Goldin, 2024).

A su vez, el uso de celulares en el aula no es un fenómeno aislado, sino que refleja un cambio cultural más amplio en el que la tecnología se ha vuelto omnipresente en la vida cotidiana de los jóvenes (Goldin, 2024). Este contexto plantea interrogantes sobre la capacidad de los sistemas educativos para adaptarse a las nuevas realidades digitales y garantizar que la integración tecnológica en el aula sea beneficiosa. De acuerdo con Campbell et al. (2024), la falta de una regulación clara y coherente en muchos países dificulta el análisis de los efectos reales del uso de celulares en el aula.

El informe de la Sunkel et al. (2014) resalta que la integración de las tecnologías digitales en las escuelas de América Latina ha sido desigual, pero plantea que su adecuado uso puede contribuir significativamente al aprendizaje y al desarrollo de habilidades digitales esenciales para el siglo XXI. Martín De Simone señala que el uso de tecnologías como los celulares y la inteligencia artificial en el aula es inevitable y que la clave radica en regular y optimizar su utilización para potenciar el aprendizaje sin afectar la concentración de los estudiantes.

Dada la relevancia de esta temática, este informe busca aportar datos a este debate. Para ello, se analizaron las respuestas a preguntas sobre el uso de dispositivos digitales en el entorno escolar que contestaron 613.744 alumnos de 15 años que participaron en las pruebas PISA en 2022. Se muestran los resultados de los 80 países que participaron de la prueba, poniendo especial foco en Argentina, donde respondieron 12.111 estudiantes.

Uso de Celulares en el Aula

El uso de celulares en el aula ha generado un intenso debate sobre sus beneficios y riesgos en el aprendizaje. ​

  • El 54% de los estudiantes argentinos de 15 años se distraen con dispositivos digitales en clase. ​
  • El 46% se distrae por compañeros que utilizan celulares. ​
  • Argentina tiene los porcentajes más altos de distracción entre 80 países evaluados en PISA. ​
  • El uso de celulares puede facilitar el acceso a recursos educativos, pero también puede afectar negativamente el rendimiento académico y el bienestar emocional. ​

Evolución del Uso de Celulares

Se ha observado un aumento significativo en el uso de celulares en las aulas entre 2018 y 2022. ​

  • En 2022, el 54% de los estudiantes argentinos usaban el celular todos los días en la escuela. ​
  • Lituania, Estados Unidos y Estonia mostraron los mayores incrementos en el uso diario de celulares, con aumentos de 56, 44 y 44 puntos porcentuales, respectivamente. ​
  • Ningún país reportó una disminución en el uso de celulares en el aula. ​

Distracción por Dispositivos Digitales

La distracción causada por el uso de dispositivos digitales en clase es un problema significativo. ​

  • Argentina (54%), Uruguay (52%) y Chile (51%) tienen las tasas más altas de distracción por el uso de dispositivos. ​
  • Japón (5%), Corea del Sur (9%) y Brunei Darussalam (12%) reportaron las tasas más bajas de distracción. ​
  • El 41% de los estudiantes se distrae tanto por su propio uso como por el de sus compañeros. ​

Notificaciones y Presión por Estar en Línea

Los estudiantes enfrentan distracciones constantes debido a las notificaciones de redes sociales y la presión por estar en línea.

  • El 37.6% de los estudiantes argentinos nunca desactivan las notificaciones durante la clase. ​
  • Argentina se encuentra entre los países con mayor proporción de estudiantes que no desactivan notificaciones, superando a Brasil y Uruguay. ​
  • Solo el 9% de los estudiantes argentinos siente presión constante por estar en línea, aunque esto es más alto que en otros países de la región. ​

Relación entre Distracción y Aprendizajes

La distracción en el aula está relacionada con el rendimiento académico en matemáticas. ​

  • Existe una tendencia negativa entre el porcentaje de estudiantes distraídos y los puntajes en matemáticas. ​
  • Argentina, con un 54% de distracción, presenta puntajes relativamente bajos en matemáticas. ​
  • Japón y Corea del Sur muestran baja distracción y altos puntajes en matemáticas. ​

Estrategias para Reducir Distracción

Las restricciones al uso de celulares en las escuelas pueden ayudar a reducir la distracción. ​

  • Se observa una tendencia negativa entre el porcentaje de distracción y el porcentaje de escuelas que prohíben el uso de celulares. ​
  • Argentina, Uruguay y Chile tienen altos niveles de distracción, a pesar de las variaciones en las restricciones. ​
  • Japón y Corea del Sur combinan bajas tasas de distracción con restricciones al uso de dispositivos. ​