El BCRA aumentó al 30% los encajes que deben mantener los fondos comunes de inversión, lo que impactará en la rentabilidad que reciben los usuarios por el dinero depositado en billeteras digitales. La medida apunta a reducir asimetrías en el sistema financiero.
A partir de agosto, los usuarios de billeteras virtuales verán reducido el rendimiento que obtienen por el dinero en cuenta. Así lo dispuso el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que oficializó este jueves una medida que incrementa del 20% al 30% el nivel de encajes que deben mantener los fondos comunes de inversión (FCI) que utilizan estas aplicaciones para generar intereses.
Los encajes, o efectivo mínimo, son los fondos que los bancos deben mantener inmovilizados en el BCRA, generalmente sin remuneración, como medida de seguridad sistémica. Hasta ahora, los FCI que alimentan las tasas de las billeteras digitales tenían exigencias de encaje menores a las del resto de los depositantes, lo que les permitía ofrecer mayores rendimientos a los usuarios.
“Esto quiere decir que un banco, cuando alguien viene a hacer un depósito, dependiendo del encaje que le corresponda a ese depósito, le puede ofrecer una tasa de interés u otra. A mayor encaje, menor la tasa”, explicó recientemente el presidente del BCRA, Santiago Bausili.
Con esta medida, la autoridad monetaria busca reducir las diferencias entre los distintos actores del sistema financiero. Aun así, los FCI seguirán por debajo del encaje del 45% que deben cumplir los bancos grandes por depósitos a la vista de otros clientes. No obstante, el cambio representará un golpe directo a la rentabilidad de los usuarios de billeteras virtuales.
La consecuencia inmediata será que los bancos disminuirán la remuneración que pagan a los FCI, lo cual se traducirá en menores tasas ofrecidas por las billeteras. Para los usuarios, esto implica que mantener el dinero “en cuenta” ya no generará los mismos intereses que en meses anteriores.
Ante esta situación, algunos usuarios podrían optar por alternativas como los FCI conocidos como T+1, que requieren un día hábil para el rescate del dinero, pero que invierten en instrumentos de mayor rendimiento como bonos y plazos fijos, y no dependen tanto de las cuentas remuneradas.
La medida no fue sorpresiva. Desde que asumió la actual gestión del BCRA, los encajes para depósitos de FCI han ido en aumento. En un principio, el encaje era del 0%, lo que permitía altos retornos en las billeteras virtuales. En junio, el BCRA ya había anticipado su intención de continuar con los incrementos graduales, en línea con su política de restricción monetaria.
Además, la decisión se produce tras la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (Leliq), lo que generó un exceso de pesos en el sistema financiero. El endurecimiento de los encajes busca absorber parte de esa liquidez y controlar la base monetaria.
En este contexto, los especialistas coinciden en que la medida encarece el modelo de rescate inmediato que ofrecen las billeteras digitales, pero es coherente con el objetivo de estabilizar el sistema financiero y estimular una competencia más equilibrada entre los distintos tipos de depositantes.