La Plata inauguró el mural más grande del mundo dedicado al papa Francisco, en un evento cargado de emoción, arte y espiritualidad. La ceremonia tuvo lugar este sábado 26 de julio frente a la plazoleta de 14 y 54, en Plaza Moreno, donde se emplaza la obra del reconocido artista Martín Ron. Con una técnica hiperrealista, el mural retrata una escena real protagonizada por Jorge Bergoglio poco después de ser elegido pontífice en 2013.
La imagen muestra a una paloma blanca agitando sus alas y al papa Francisco con una sonrisa, extendiendo el brazo como si la invitara a remontar vuelo. La obra, que se eleva unos 50 metros desde el suelo sobre la fachada de un edificio, se convirtió no solo en un símbolo de fe, sino también en un hito artístico y urbano para la ciudad de La Plata.
Además, la bendición del mural estuvo a cargo del arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara, quien expresó: “La ciudad tiene que ser un lugar de encuentro, de integración, donde vecinos y vecinas nos ayudemos a caminar juntos. Que la figura de Francisco nos haga trabajar en esta ciudad por la cultura del encuentro y que nos inspire caminos para la fraternidad y la amistad social”.
Una celebración multitudinaria en el centro platense
El evento congregó a una multitud diversa y representativa. Estuvieron presentes el intendente Julio Alak, autoridades municipales, referentes religiosos, representantes del ámbito académico, artístico, político y comercial, así como ciudadanos ilustres y vecinos y vecinas de la ciudad. Orquestas locales aportaron el marco musical, generando una atmósfera festiva y fraterna.
La ceremonia fue acompañada por instituciones educativas católicas, museos, cámaras comerciales y universidades, quienes destacaron el valor cultural y espiritual de la obra. El mural ya es considerado un nuevo ícono urbano, y forma parte del circuito turístico, artístico y religioso de La Plata.
El autor de la obra, Martín Ron, es uno de los muralistas más importantes del país y su trabajo ha sido reconocido a nivel internacional. En esta ocasión, fusionó arte y espiritualidad para inmortalizar un gesto simbólico del papa Francisco, representante mundial del mensaje de paz y unidad.
Fuente: El Día de La Plata