Donald Trump está experimentando una creciente preocupación ante el avance de Kamala Harris en las encuestas. El expresidente ha recurrido a ataques, llamando a la vicepresidenta “comunista” y burlándose de su risa. Estos ataques parecen ser un intento por desviar la atención de la creciente popularidad de Kamala Harris entre los votantes, quienes la ven como una alternativa fuerte y carismática.
El Partido Demócrata, aliviado por la fortaleza de Kamala Harris, se prepara para su convención en Chicago con un renovado optimismo. La convención, que se llevará a cabo bajo estrictas medidas de seguridad, será una plataforma para que Harris acepte formalmente la nominación presidencial y reciba el respaldo de figuras destacadas del partido, como Barack Obama y Hillary Clinton.
A medida que Kamala Harris avanza en las encuestas, Donald Trump ha lanzado una agresiva campaña para recuperar terreno. Su estrategia incluye visitas a los estados clave de Pensilvania, Míchigan, Carolina del Norte y Arizona, en un esfuerzo por cambiar la dinámica de la contienda. Sin embargo, a dos meses y medio de las elecciones, los números siguen sin inclinarse a su favor.
Los últimos sondeos muestran a Kamala Harris ligeramente adelante en la carrera presidencial. La encuesta de ABC News/Washington Post/Ipsos otorga a la vicepresidenta una ventaja de cinco puntos, mientras que el promedio de FiveThirtyEight muestra una ventaja de 2,6 puntos sobre Trump.
Estos resultados contrastan con los números de hace un par de meses, cuando Trump parecía tener una ventaja considerable. La juventud y el estilo de comunicación de Harris, incluidos sus momentos de risa, parecen estar resonando positivamente con los votantes, desafiando los intentos de Trump de desacreditarla.