El 1 de octubre, un episodio crítico en el espacio aéreo de Oriente Medio subrayó el riesgo latente para vuelos comerciales debido al conflicto entre Irán e Israel.
A las 16:31 GMT, misiles lanzados desde bases iraníes fueron interceptados por defensas israelíes y estadounidenses, mientras decenas de aviones, como el vuelo EK146 de Emirates, cruzaban la misma ruta. La situación reveló la falta de alerta entre las aerolíneas, exponiendo a pasajeros a un potencial desastre.
Un informe de Osprey Flight Solutions destaca un alarmante aumento en el número de misiles sobre la región debido al conflicto entre Israel y Hamás. Desde el inicio de la guerra, el promedio mensual de misiles se incrementó a 162, frente a los 10 mensuales de 2023. Este entorno plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los vuelos que cruzan estas áreas, con advertencias de expertos sobre el riesgo de derribo accidental de aviones comerciales.
El incidente del 1 de octubre provocó desvíos de más de 80 vuelos, evidenciando la fragilidad de las rutas aéreas en zonas de conflicto. Aerolíneas como Air France y Emirates han tomado medidas adicionales, como transportar combustible extra para desvíos de emergencia. Sin embargo, la falta de coordinación entre gobiernos y aerolíneas sigue siendo un obstáculo para garantizar la seguridad en el aire.
“Hemos pasado por esto y esto puede suceder en cualquier momento”, advirtió Kourosh Doustshenas, haciendo un llamado a las autoridades para proteger a los civiles que viajan.
