El Gobierno nacional endurece su postura en las paritarias: pretende que los aumentos de sueldos no superen el 1% en enero

El Gobierno se muestra inflexible en su postura sobre las paritarias, limitando los aumentos salariales a solo 1% en enero, “para evitar una posible inflación futura”. Esta decisión ha tensado la relación con la CGT y ha puesto al Sindicato de Camioneros al borde de un paro, mientras otras negociaciones gremiales también enfrentan dificultades.

Las negociaciones salariales entre el Gobierno y el Sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, se encuentran en un punto crítico. La negativa del Gobierno a aceptar un aumento que supere el 1% de la inflación prevista para inicios de 2025 ha puesto al gremio al borde de un paro.

Esta postura también tensiona la relación con la Confederación General del Trabajo (CGT), que observa con preocupación la falta de avances en otras negociaciones salariales clave.

Negociaciones tensas y la postura del Gobierno

En la última reunión en la Secretaría de Trabajo, las cámaras del sector de transporte automotor de cargas propusieron un aumento salarial del 8,5% para el periodo diciembre-febrero, además de un bono de $600 mil y un aporte extraordinario para la obra social. A pesar de que la oferta no fue rechazada por Camioneros, el Gobierno la frenó, manteniendo su insistencia en no superar el 1% mensual, según las directrices del Ministerio de Economía. Jorge Taboada, secretario adjunto de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, calificó la oferta de los empresarios como «irrisoria». Mientras tanto, la CGT está en alerta ante la posibilidad de que la paritaria de Camioneros fracase, lo que podría afectar a otras negociaciones como las de la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

Impacto en las relaciones laborales

La postura del Gobierno de limitar los incrementos salariales para evitar un alza inflacionaria podría desatar un enfrentamiento con la CGT, que se opone a estos techos en las paritarias. El Ejecutivo ya suspendió una mesa tripartita de diálogo que buscaba debatir sobre una nueva reforma laboral. La renuencia de la CGT a participar en dicho diálogo sin antes concretar paritarias clave ha puesto en crisis las negociaciones entre ambas partes. La central obrera también expresó su descontento tras el anuncio de Javier Milei sobre una «verdadera reforma laboral», lo que añade una capa de complejidad al ya tenso escenario. La situación ha llevado a una etapa de incertidumbre en la relación entre el Gobierno y la CGT, que podría derivar en confrontaciones en múltiples frentes.