En un comunicado difundido en la mañana de este jueves, el presidente de la Juventud Radical de Valle Viejo, Ángel Barrios, se pronunció en favor de “la libertad de acción” e los dirigentes radicales con miras a las próximas elecciones, argumentando que “no es traicionar al radicalismo, es recuperarlo”.
En su publicación en redes, Barrios argumentó: “Hay que decirlo sin vueltas, claro y de frente: quienes hoy se rasgan las vestiduras hablando de pureza ideológica, son los mismos que llevan décadas ocupando cargos, acumulando poder y negociando a espaldas de la militancia. Hablan de principios, pero lo que en realidad están defendiendo son sus propios intereses, su kiosquito, su mínima e insulsa cuota de poder, esa que creen que pueden seguir administrando con comunicados de escritorio y acuerdos de cúpula”.
Luego, el dirigente de la Juventud Radical consideró que “la libertad de acción que se reclama no es una rendición, es una respuesta política a una realidad que exige responsabilidad, creatividad y coraje. No vamos a reconstruir el radicalismo atándonos a dogmas ni a liderazgos envejecidos. La Juventud Radical no milita para custodiar una herencia partidaria en manos de burócratas, sino para transformar una herramienta política en un instrumento real de cambio. No confundamos radicalismo con sectarismo. La UCR nació como un partido democrático, de base popular y vocación frentista. Lo dijo Alfonsín: “El radicalismo no es un partido de salvadores, es un partido de hombres y mujeres comunes, que se comprometen con el otro”. Lo vivió Illia, quien gobernó con decencia, pero también con sentido estratégico, sabiendo construir mayorías sin renunciar a principios. Yrigoyen mismo tejió alianzas, porque entendía que la causa nacional y social estaba por encima del ego individual.
Finalmente, Ángel Barrios advirtió: “A quienes hoy pretenden apropiarse del radicalismo desde una falsa moralidad, les decimos: no hay purismo posible cuando se excluye a las nuevas generaciones, cuando se vive de la política pero se le teme a la política real, cuando se pacta en privado lo que se condena en público. Por eso, defendemos la libertad de acción como una herramienta democrática para construir, con autonomía, con visión y con militancia real. No para entregarnos a nadie, sino para caminar con quien comparta los valores de la democracia, la honestidad y la república. Y si eso molesta, es porque algunos entienden la política como un feudo personal, no como un proyecto colectivo. A los jóvenes nos toca cuestionar, sacudir estructuras, incomodar a los cómodos. Y lo vamos a seguir haciendo. Porque como dijo Raúl Alfonsin: “La política no es para los que buscan comodidad. Es para los que están dispuestos a luchar por lo que creen, aunque les cueste el cargo.”