Pablo Calatayud, bajo el efecto de drogas, asesinó a Javier Gastón Altamirano creyendo que era una figura del folclore guaraní.
Un hombre fue detenido por matar a su compañero de trabajo en un taller mecánico de Bernal, partido de Quilmes, luego de confundirlo con el Pomberito, un ente del folclore guaraní. El homicidio ocurrió el 24 de octubre, cuando Pablo Calatayud, bajo los efectos de sustancias ilícitas, atacó a Javier Gastón “Chimi” Altamirano, de 47 años y de talla baja, con más de 20 puñaladas.
La víctima alcanzó a identificarse antes de morir, asegurando que su compañero lo había atacado mientras dormía. Según testigos, “Chimi” le habría dicho a un vecino que lo socorrió: “Este hijo de puta de Pablo me agarró dormido y me apuñaló. Me llevó la plata y mirá lo que me hizo.” Tras el ataque, el herido fue trasladado al hospital Iriarte, donde falleció al día siguiente debido a las heridas.
El agresor, que se dio a la fuga tras el crimen, fue encontrado 10 días después en la localidad de Villa Luzuriaga, donde fue aprehendido sin resistencia. Durante su detención, Calatayud confesó el asesinato y explicó: “Estaba drogado y lo confundí con el Pomberito, pero fui yo”. Además, se comprobó que la víctima había sido despojada del dinero que cobraba como pensión por su discapacidad.
El Pomberito es una figura mítica del folclore guaraní, presente en Paraguay, Argentina y Brasil. Se describe como un hombre de baja estatura, con una apariencia rústica y un sombrero, que puede ser considerado tanto un ser protector como maligno según las creencias populares.