El Gobierno de Javier Milei enfrenta este jueves un nuevo desafío político en el Senado, que desde las 11 debate el veto presidencial a la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), una norma que garantiza la distribución de recursos a las provincias. La sesión fue convocada por la vicepresidenta Victoria Villarruel y podría significar otro revés legislativo para el oficialismo, tras los rechazos a los vetos sobre financiamiento universitario y emergencia pediátrica ocurridos en Diputados.
El senador radical Martín Lousteau cuestionó la estrategia del Ejecutivo y sostuvo: “El Gobierno se desestabiliza a sí mismo porque tiene un plan económico con inconsistencias y denuncias por corrupción, tiene una manera de no querer debatir las diferencias y no encontrar mejores soluciones”. Además, confirmó que votará a favor de la ley y en contra del veto.
En la misma línea, el radical Pablo Blanco denunció que el Gobierno “no trata equitativamente a las provincias” y señaló que el fondo de ATN “está para atender necesidades provinciales, no del Estado nacional”.
Por el contrario, desde el oficialismo, el libertario Bartolomé Abdala indicó que “será difícil persuadir a todos para que nos acompañen, pero vamos a intentar que no se llegue a los dos tercios”, en referencia a la mayoría especial necesaria para rechazar el veto.
La senadora santafesina Carolina Losada adelantó también su voto negativo al veto presidencial: “Con los ATN no hay ninguna esperanza que pueda tener el Gobierno, es un dinero que pertenece a las provincias, que están pasando situaciones muy apremiantes”. No obstante, remarcó la necesidad de sostener el equilibrio fiscal como política de Estado.
El presidente Javier Milei, por su parte, salió al cruce de la oposición en redes sociales, acusando a sectores de “votar igual que los kukas pero disfrazados de republicanos” y advirtió: “Votar a cualquiera de las versiones del Partido del Estado es votar que tus hijos se vayan para Ezeiza. Ya sabemos cómo termina”.
El resultado de la votación en la Cámara Alta marcará un nuevo capítulo en la pulseada entre el oficialismo y la oposición, en un escenario político que ya repercute en los mercados financieros y en la relación Nación-provincias.