La zona norte de la ciudad de Córdoba se vio sacudida a mediados de agosto cuando descubrieron que una mujer, Alicia Reinhardt, convivía con los cadáveres de sus hermanos. Ella fue detenida e imputada por la Justicia, pero, en las últimas horas, la liberaron.
Ante este escenario, una familiar de Reinhardt cuestionó la decisión de las autoridades y teme por la integridad de su familia y sus vecinos. “Es un peligro para todos”, expresó, en diálogo con El Doce.
Un llamado anónimo por un fuerte olor moribundo hizo que las autoridades se presentaran en un domicilio en la calle Claudio Wieland al 7.000, en barrio Argüello Norte. Allí, se toparon con los cadáveres de un hombre de 71 y una mujer de 60 en un “avanzado estado de descomposición”, según indicó la Policía.
Luego de estar casi dos meses detenida con la imputación de “abandono de persona seguido de muerte”, la Justicia optó por otorgarle la libertad y volver a su residencia.
Natalia Aguilar, sobrina de la mujer, apuntó contra esta medida. “Es terrorífico que haya quedado en libertad una persona que implica un pedido, tanto para mis hermanos como para mi mamá y los vecinos que tienen denuncias porque los ha amenazado”, reveló.
Contó que presentaron ante la fiscalía pruebas de que los hermanos de la mujer estaban amenazados y sometidos. Sin embargo, denunció que la oficina de instrucción “no hizo nada”.
Por otro lado, descartó la hipótesis del pacto suicida que surgió a mediados de septiembre. “Es una locura. Ellos dos (hermano y hermana de Reinhardt) se cuidaban mucho de salud. Mi tío era evangelista, hablar de suicidio era pecado para él”, argumentó.
Por último, acusó que la mujer liberada en las últimas horas es una persona “totalmente ambiciosa”. “Siempre quiso tener posesión de todos los bienes. Nunca se los pedimos, pero mostró su obsesión por obtener todo”, concluyó.
